La Unión Deportiva Almería nace con el nombre de Almería Club de Fútbol en 1989, tras la disolución de la Agrupación Deportiva Almería -fundada en 1971 y disuelta en 1982 por problemas económicos-. La Agrupación, como su nombre indica, era a su vez la fusión de tres equipos de la capital. Cambia a su actual nombre de Unión en 2001, año de la retirada del Polideportivo Almería, con la idea de unificar el fútbol almeriense bajo una entidad y unos colores que representaran a la ciudad.
Fundación: 1989
Número de abonados: 10.000
Estadio: Estadio de los Juegos Mediterráneos
Terreno de Juego: 105 x 68
Capacidad: 22.000 espectadores
Número de peñas: 49
Marca: Rasán
Colores: Rayas verticales rojas y blancas, pantalón rojo.
Origen de los colores
En el año 1147, el ejército genovés, ayudado por aragoneses y catalanes, aliados de Alfonso VII de Castilla desembarcaron en la playa de Los Genoveses de Cabo de Gata (Almería) para participar en la conquista de la ciudad que estaba en poder de los musulmanes. Era la cruzada convocada por el papa Eugenio III. Las tropas llevaban la enseña genovesa, es decir, fondo blanco con la cruz de San Jorge roja que pasaron a formar parte del escudo de la ciudad y han hecho que los clubes de la capital, tanto la Agrupación como la Unión, lo escogieran como colores de la primera equipación.
El indalo protege el escudo del Almería
En el escudo aparece la figura del Indalo, que aunque es el símbolo del municipio de Mojácar se ha extendido por toda la provincia. Se trata de una pintura rupestre descubierta en 1868, pero que data aproximadamente del año 4500 A.C. Representa una figura humana con los brazos extendidos sujetando un arco que cubre su cabeza.
Su significado tiene diversas interpretaciones, que van desde un guerrero con su arma, a una imagen de una deidad. Al indalo se le considera un amuleto, un símbolo de buena suerte y de protección para quien lo posea.
Curioso articulo
ResponderEliminarFdo Gonzalo largacha
Muy verdad todo lo que dices Álvaro.. muchas gracias!!
ResponderEliminarGracias Gonzalo y gracias también a ti, Ángeles.
ResponderEliminar