Durante la década de los 60 numerosos salvadoreños emigraron en busca de trabajo al vecino país de Honduras, donde convivieron de forma pacífica. El problema surgió cuando el gobierno hondureño, a finales del decenio, comenzó a reclamar esas tierras ocupadas para su población. Unos 20.000 campesinos salvadoreños tuvieron que volver a casa expropiados.
Una eliminatoria cargada de tensión política
Poco después ambos países se enfrentaron en la eliminatoria para la clasificación del Mundial de México de 1970. En el partido de ida, celebrado en Tegucigalpa, la selección de El Salvador había partido hacia la capital hondureña con un mensaje patriótico de representar a la nación ante un país que los había ofendido, cuando llegaron a Honduras se encontraron con una atmósfera de hostilidad. En aquel encuentro vencieron los locales por 1-0.
El ambiente para el partido de vuelta, celebrado 9 días después, elevó aún más la tensión entre ambos países, debido a la prensa salvadoreña que convirtió en mártir el suicidio de una joven tras la derrota. La selección hondureña fue escoltada hasta el estadio bajo un clima agresivo. El Salvador venció por 3-0, el técnico visitante comentó al terminar el partido que daba gracias a Dios de haber caído derrotados porque si no podrían haber perdido la vida allí.
Ruptura de relaciones diplomáticas antes del partido de desempate
Al no tenerse en cuenta todavía las diferencias de goles para decidir el vencedor de una eliminatoria, se disputó un partido de desempate en el Azteca de México, el 27 de junio de 1969. Un día antes, ambos países habían roto sus relaciones diplomáticas, por lo que el clima del partido era casi pre-bélico, anunciado, de manera premonitoria, por los periódicos mexicanos como la “guerra del fútbol”. El encuentro terminó con victoria de El Salvador 3-2, tras una prórroga.
La guerra de los 6 días, la guerra del fútbol
No fue el motivo, pero el fútbol terminó por ser el detonante de este conflicto que se estaba gestando y que finalmente estalló el 14 de julio de 1969, con un ataque por tierra y aire de El Salvador, en una guerra que duró 6 días o 100 horas, que así como se conoce también a este episodio.
Se pasó de la grada al campo de batalla, del terreno de juego a la trinchera, incorporándose muchos civiles al ejército en poco tiempo. El fútbol había servido como herramienta y excusa para exacerbar al vecino y enaltecer los nacionalismos.
Se rompieron relaciones diplomáticas entre ambas naciones por diez años.
El saldo de la guerra fue de unas 5.000 víctimas, entre heridos y fallecidos.
El cuadro salvadoreño necesitó posteriormente de otra eliminatoria, frente a Haití, para clasificarse por primera vez para una Copa del Mundo, la de 1970.
Buen trabajo xeneizes
ResponderEliminarMuy curioso, se lo paso a Carlos para que lo lea elisa
ResponderEliminarSupongo que la genta recuerda el error de Trillo cuando gritó "viva Honduras" en El Salvador o viceversa. Un muy buen artículo como siempre.
ResponderEliminarFdo Gonzalo Largacha
P.D. Deberías hacer un artículo de aquel glorioso equipo de El Escorial llamado el Telepizza, creo que tenía un 10 muy fino muy desequilibrante.
Gracias a todos.
ResponderEliminarEspero que le guste a Carlos.
En aquel mítico Athletic Telepizza del Escorial había mucha calidad, tanto en defensa como en ataque.
Hola Álvaro!
ResponderEliminarMe ha costado mucho encontrarte pero me voy a hacer asiduo a tus entradas.
Mi email: raul.nsanz@gmail.com
Gracias a todos por seguirme.
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