Nacido el 30 de octubre de 1960, Buenos Aires.
Apodado como el 'pelusa' y 'Pibe de oro'.
Sus inicios en Argentinos Juniors
Los comienzos de Diego fueron en el equipo infantil de Estrella Roja, de Fiorito, al sur de Buenos Aires, donde las habilidades del pelusa llamaron la atención de un ojeador que le propuso ir al Argentinos Juniors. Era 1976, y en el pasto de la Paternal comenzó a mostrar las cualidades que le convertirían en un astro del fútbol mundial: descaro, habilidad, regate y genialidades.
No en vano, en su estreno, con el '16' a la espalda, saltó a la cancha sustituyendo a un compañero, el primer balón que recibió lo convirtió en un 'caño' a un defensa. El fútbol veía cómo nacía una nueva estrella.
Por lo que no era de extrañar que el 27 de febrero de 1977, con 16 años, debutara con la selección absoluta argentina, en un partido contra Hungría en el que jugó sólo unos minutos.
De los 116 partidos con el 'bicho colorado', hubo uno en especial que es recordado: fue el enfrentamiento que se produjo en 1980, en cancha de Vélez, contra Boca Juniors. El portero 'bostero', el 'loco' Gatti, había llamado 'gordito' al precoz ídolo de Argentinos Juniors en la previa al choque, la respuesta de Diego sobre la cancha fue inmediata, anotando cuatro goles aquel día.
Con Argentinos Juniors, alcanzó las semifinales del Campeonato de Liga y consiguió el galardón de máximo goleador. En su honor se cambió el nombre del estadio, en 2003, al de Diego Armando Maradona.
Maradona pasa a ser 'xeneize'
En 1981 daba el salto a Boca Juniors, tras rechazar una oferta de River Plate.
En Boca jugó dos temporadas, consiguiendo el título de liga con este equipo, el primer y único campeonato en Argentina.
Europa había fijado sus ojos en ese genio 'regordete', y las ofertas no tardaron en llegar. El Mundial de España, en 1982, era el perfecto escenario para refrendar el éxito cosechado en el campeonato juvenil, pero la albiceleste cayó en la segunda fase, en una liguilla junto a Italia y Brasil.
La aventura europea: Barcelona
El F.C. Barcelona se hizo con los servicios del '10' tras pagar la mareante cifra de 1.200 millones de pesetas. La etapa de Diego en el equipo culé tuvo grande altibajos, marcados por la ausencia de los terrenos de juego por un tiempo prolongado, a causa de la hepatitis y de la lesión ocasionada por Goikoetxea, entre los momentos más brillantes, destaca la exhibición en 1983 durante la Copa de la Liga frente al eterno rival, el Real Madrid, que se tradujo en una fuerte ovación del público madridista.
Precisamente en ese mismo escenario, el Santiago Bernabéu, Maradona firmó su sentencia en el cuadro catalán. El Barça disputaba la final de Copa de 1984 frente al Athletic Club, el choque terminó con victoria del equipo vasco por 1-0, pero lo que hizo que este partido pasara desgraciadamente a la historia fue la tangana posterior, en la que participaron casi todos los jugadores y miembros de los banquillos, la RFEF sancionó al argentino, inhabilitándole durante tres meses de participar en cualquier competición española. El castigo abrió las puertas de 'Can Barça' para Maradona, y el club comenzó a escuchar ofertas.
La aventura europea: Nápoles
En 1984 firmó un contrato con el Nápoles por 1.300 millones de pesetas, la ciudad sureña recibió a Diego con los brazos abiertos, como a un Dios del fútbol. Las dos primeras temporadas en Italia sin llegar a ser exitosas, fueron más que notables, aunque no supusieran ningún título, daba la impresión de que el Napoli podía aspirar a cualquier cosa, máxime con Maradona en sus filas. En 1986, Maradona levantaba el título mundial con la selección Argentina en México. El segundo de la albiceleste. En este campeonato, el pibe destapó el tarro de las esencias futbolísticas. Las cuales siguieron brillando al sur de Italia.
Escudo de la Asociación de Fútbol Argentino con las estrellas representando el doble campeonato mundial. |
Ese mismo año se casaba con Claudia Villafañe con la que tuvo dos hijas, Dalma y Giannina. Parecía que tanto su vida profesional como personal eran propias de un cuento de hadas, pero tras la fachada de la felicidad estaba el drama de la droga, cuya adicción había comenzado en su etapa barcelonista.
Del cielo al infierno
El calvario para el 'pelusa' comenzó a principio del año 1991, cuando Maradona fue acusado de estar relacionado con el tráfico de drogas y la prostitución. Poco después, el 2 de abril de 1991, el Comité de Disciplina de la Federación Italiana de Fútbol le impuso una sanción cautelar por haberse confirmado en el contraanálisis su positivo por cocaína tras el partido Napoli-Bari.
El infierno para Diego no parecía acabar nunca, ya que pocos meses después fue detenido en Buenos Aires en una redada policial antidroga. Con este oscuro panorama, sus días en Italia y en Nápoles estaban contados, el ídolo de San Paolo tenía que emigrar. Aunque el número quedaría para la eternidad, siendo retirado el '10' de la casaca del Napoli.
El purgatorio hispalense
Tras unas duras negociaciones, el Nápoles vendía a su estrella al Sevilla F.C. por un montante total cercano a los 8 millones de dólares. Después de más de un año y medio inhabilitado, Diego volvía a jugar, era 1992. En el conjunto de Nervión apenas jugó 20 partidos, pero repartió 12 asistencias e ilusiones a la parroquia del Sánchez Pizjuán, dejando para el recuerdo la imagen del '10' jugando con una pelota de papel de plata. Puro arte improvisado.
En febrero de 1993, Diego Armando Maradona volvió a vestir la camiseta albiceleste, tras dos años y medio, en el partido Argentina-Brasil disputado en Buenos Aires. Cuatro meses después era despedido del Sevilla F.C., antes de que terminara su contrato.
El regreso a Argentina
El 7 de noviembre de ese mismo año debutaba como jugador del club Newell´s Old Boys. El paso de Diego por el equipo 'leproso' apenas llegó a los cinco encuentros. Diego fue llamado para la selección, tras el histórico varapalo encajado ante Colombia, para los partidos de repesca del Mundial, frente a Australia. Esto le valió acudir convocado al Mundial de Estados Unidos, de 1994, donde anotó en el encuentro de debut contra Grecia.
Parecía que los dioses del fútbol se aliaban con Maradona. Pero Diego había vuelto a caer, en un control de la FIFA, tras el duelo contra Nigeria, se detectaron numerosas sustancias prohibidas. El '10' tenía que abandonar el Mundial.
Boca Juniors, destino final
Tras cumplir la sanción pertinente, 15 meses, Diego regresaba a la 'Bombonera' para vestir, de nuevo, la camiseta de Boca Juniors. Tras 31 partidos como bostero, repartidos en dos años, puso fin a su carrera futbolística en un clásico del fútbol argentino, por decisión propia durante el descanso de un partido ante River, fue sustituido por otro posterior icono de la entidad xeneize Juan Román Riquelme. Era el 25 de octubre de 1997, en Núñez. Aquel día Boca ganó y el balompié perdía a su gran estrella.
Ha sido el mejor, Messi y Ronaldo no le llegan a la suela de los zapatos.
ResponderEliminarFdo Gonzalo Largacha
Ya sabes que no comparto la admiración que le profesas al llamado D10S del fútbol. Los títulos en Italia estuvieron salpicados por fuertes sospechas de intervenciones extradeportivas (mafia, apuestas ilegales). Goles con la mano, cocaína en sus venas para poder mover las lorzas que casi siempre le acompañaron, tiroteos con periodistas, hijos no reconocidos... Se pasaba dos años sin jugar y milagrosamente se recuperaba para jugar los mundiales: en el de EE.UU. nos enteramos de cómo conseguía jugar las fases finales.
ResponderEliminarNo ganó nada con el Barça, pero es que en Europa, cuando se asomó a la Copa de Europa, el revolcón que le dio el Madrid fue histórico. Y sí, se burreó al pobre de Juan José en la raya de gol en Liga, pero cuentan que el día que el Madrid pasó por encima del Nápoles, Chendo le tiró un caño que no pudimos ver: el Bernabéu estaba cerrado al público por una sanción.
Siempre mantendré que el golazo a Inglaterra a Italia no se lo mete, porque de la patada por detrás que se hubiera llevado, lo hubieran mandado a Querétaro. Pero en el 86, en Inglaterra aún había fair play, incluso para quien, haciendo trampas, les echó del Mundial.
Un tipejo, este Maradona...
Yo solo veo futbol, lo demás es otra historia... Era divertido y diferente a lo que se ve hoy en dia,verle jugar
ResponderEliminarRecuerdos
PD Que me perdone Pelé, no le vi jugar. Maradona el más grande. Bueno, ahora recuerdo a Mágico Gonzalez... me callo, uno no debe opinar de lo que sabe, en este caso de futbol
Fer, esto es lo bonito del fútbol, poder discutir con argumentos. Ya sé que tú no eres partidario de Diego, pero sigo sin haber visto nadie que le haya superado.
ResponderEliminarComo dice Jesús, era diferente y eso es un 'plus' que no tienen hoy en día, y como dice mi primo tanto Messi como Cristiano, con quién se le equipara no tienen la pizca de genialidad del '10'. Veremos cuando les falte velocidad a ambos lo que van a hacer con su juego.
El mérito de Maradona es que con equipos que no eran una marvilla consiguió grandes cosas y tomando sutancias que no favorecen sino que al revés son un hancicap serio para el correcto rendimiento de un deportista. En cuanto al fracaso en la copa de Europa yo no lo veo tal, teniendo en cuenta que sólo participó dos veces y una de ellas fuen eliminado muy a mi pesar por un grandísimo RealMadrid, donde si queremos hablar de jugadores sobrevalorados tenemos a Hugo Sánchez.
ResponderEliminarFdo Gonzalo Largacha
No creo que nadie haya comparado a Hugo con Diego: ni aquí ni en ningún foro, porque son incomparables.
ResponderEliminarDicho esto, lo que sí es incontestable son los números de Hugo Sánchez, que sí que logró golear en un equipo que desde luego no era una maravilla, y luego lo hizo durante cinco años más en el nombrado mejor club del siglo XX.
Ni hizo nada en el Barça ni tampoco en el Nápoles hasta que le rodearon de jugadores como Careca, Alemao, etc. No hablaré de lo que hizo en el Sevilla, y los logros de la liga argentina son eso: una segunda división comparado con Europa, donde juegan los mejores argentinos desde hace ya muchas décadas.
Maradona se aprovechó muchas veces de quien le pagaba para no hacer nada y prepararse para los mundiales, que era lo único que le importaba de verdad. De ahí el fanatismo que levantó en su país y que, incomprensiblemnte, aún levanta.
F. Arellano
Probablemente muchas de las grandes estrellas estén sobrevaloradas por ejemplo para mi Pelé es un jugador completamente sobrevalorado y puede que Maradona esté endiosado por lo que vino después porque desde luego las estrellas de ahora son niños consentidos en muchos casos más preocupados de como llevan el pelito que otra cosa.
ResponderEliminarFdo Gonzalo Largacha