Las cinco personalidades
Los personajes cumplen diferentes arquetipos de la juventud: la inconformista genial e insegura, el inteligente sin sitio, el atleta orgulloso, la princesa vanidosa y el criminal, díscolo que tiene un punto de ternura. Dos chicas y tres chicos, desconocidos entre sí que tienen que escribir un ensayo de 1000 palabras para lo cual no podrán ni hablar, ni moverse, ni dormir. Todo ello, bajo la vigilancia del autoritario director.
En las nueve horas que dura el encierro, surgen distintos temas como la sexualidad, las relaciones personales y paterno-filiales, los miedos y las inseguridades que terminan siendo compartidos, sincerándose para hacer grupo.
'El club de los cinco' tuvo una vital influencia dentro del cine juvenil por tratar con seriedad las preocupaciones de una generación tan poco escuchada, relanzando al género, una circunstancia que no ocurrió con los actores del que sólo Emilio Estevez, hermano de Charlie Sheen, tuvo cierta notoriedad. Los otros cuatro intérpretes eran: Ally Sheedy, Judd Nelson, Anthony Michael Hall y Molly Ringwald.
'No te olvides de mi'
La banda sonora apenas tuvo importancia, a excepción del tema que abre y cierra el film, Don't You (Forget About Me). Tema escrito exclusivamente para la película y que se convirtió en uno de los grandes himnos de la época que catapultó a los Simple Minds, escoceses e hinchas del Celtic de Glasgow, al éxito de masas.
El homenaje de Kevin Williamson
La serie estadounidense 'Dawson Crece' realizó un homenaje al versionar la obra de Hughes en su séptimo capítulo de la primera temporada, llamado The Breakfast Club (1998). Además de compartir el título original con la película, el guionista Kevin Williamson, especializado en el cine de terror, dirige una versión propia con grandes similitudes y sutiles diferencias como la composición del grupo (tres chicas y dos chicos), el hecho que los personajes se conocían entre sí y que la vigilancia la ejercía la bibliotecaria, la señorita Tingle. Nombre que utilizaría Kevin Williamson para bautizar su debut como director en 1999.
- Michael Jordan, los 6 anillos de los Bulls
Michael Jordan jugando con North Carolina |
Siete temporadas sin finales de la NBA
Los ‘Toros’ arrancaron la era Jordan de una manera discreta, sin llegar a las eliminatorias. Aunque a nivel personal firmara un estreno sobresaliente con 28 puntos de media por encuentro. El crecimiento de Chicago fue gradual: en 1985, se accedió a los ‘playoff’ después de tres temporadas en blanco donde Jordan apenas pudo aportar con su juego debido a una grave lesión que le apartó del parqué. Hasta 1987, los Bulls salieron corneados en la primera eliminatoria de la carrera por el anillo. Fue en 1988 cuando se sube un escalón más y a partir de 1989 se hacen habituales de las finales de conferencia, a un paso de luchar por el título.
Lakers, Celtics y Pistons, los rivales a batir
La hegemonía de aquellos años correspondía a los Lakers y a los Celtics con unas plantillas envidiables. Los Angeles contaban con Magic Johnson, James Worthy, Bob McAdoo, Byron Scott, Michael Cooper, Kareem Abdul-Jabbar y James Worthy. Mientras que en Boston jugaban Dennis Johnson, Cedric Maxwell. Robert Parish, Kevin MacHale, Larry Bird y Danny Ainge. Los dos conjuntos más laureados de la NBA contaban con las mejores plantillas de la época.
Otro de los ‘cocos’ de la competición, los Detroit Pistons, aparecían para frenar las embestidas de los Bulls en las series eliminatorias. Joe Dumars, Dennis Roddman, Bill Laimbeer e Isiah Thomas completaban el elenco de los ‘chicos malos’ de Michigan. Otro legendario equipo que vivía su época dorada.
Al ‘23’ de Chicago le acompañaban, por aquel entonces, John Paxson, Charles Oakley y Daze Corzine. En 1987, aparecía uno de los lugartenientes, Scottie Pippen, para incorporarse al redil. Junto a ellos, se iban añadiendo otras piezas claves como Horace Grant (a partir de 1987), Bill Cartwright (1988) o B.J. Armstrong (1989). Los Bulls asentaban los pilares de su prometedor futuro.
El trienio mágico de los Bulls (1991-93)
Los Bulls irrumpieron bravamente en las finales de la NBA, el crecimiento paulatino de la plantilla había sido el preludio a los tres anillos adquiridos de manera consecutiva (1991, 92 y 93). Siendo los primeros títulos para la franquicia de Illionois, que al igual que la empresa deportiva norteamericana Nike habían encontrado un mito deportivo para relanzar sus objetivos que parecían antes de la llegada de ‘Air’ muy lejos del éxito.
Las zapatillas Nike diseñadas para Michael Jordan. |
La primera retirada de 'Air' Jordan
La alegría del tercer campeonato se vio empañada por el asesinato del padre de Michael Jordan en agosto de 1993, tras unos días desaparecido. Aquel terrible suceso motivó que dejara las canchas para emprender una fugaz aventura con el béisbol, un consejo que le había dado su padre y una decisión que hizo tambalear el mundo de la canasta. Jordan dejaba a los Bulls como los nuevos dominadores de la NBA.
El regreso de Jordan es eclipsado por los Rockets
Jordan regresó al baloncesto como un hijo pródigo, en la campaña 93-94, para firmar una participación testimonial de apenas 17 encuentros (de 82 posibles) en una época gris para los Bulls que volvían a ver desde el burladero las finales de la NBA. Mediáticamente el equipo seguía enganchando a la afición, sensación que se acrecentó en la 94-95 con la contratación de Ron Harper y la colorida aparición del ala-pivot Dennis Rodman que perfilaba al plantel de Chicago como uno de los más sólidos de la liga profesional.
Aunque la gloria pertenecía a Houston que se lanzaban con dos entorchados consecutivos merced a estrellas como Hakeem Olajuwon, Sam Cassel y Clyde Drexler (que había dejado Portland para coronarse con los ‘Rockets’).
Desayuno con anillos
La plantilla de los Bulls disfrutaba otra vez de un reinado por tres años, en las finales de 1996 a 1998. Su primera víctima fueron los sorprendentes, y actualmente desaparecidos, Seattle Supersonics para después tener una apasionante serie ante Utah que se repitió en dos ocasiones. Los Jazz que tenían una de las parejas que mejor entendimiento ha tenido en la cancha y fuera de ellas, la dupla formada por John Stockton y Karl Malone, dos excelentes jugadores y grandes amigos.
Precisamente, ese era el problema de aquellos Bulls. Dennis Rodman no hablaba ni con Pippen ni con Jordan, como reconoció el 'camaleón' en una entrevista posterior al periodista Graham Bensinger. Asimismo, Toni Kukoc parecía levantar envidias por su alto salario y tampoco era del agrado de los dos astros.
El equipo parecía necesitar de un nexo para romper egos y conseguir objetivos. Por ello, parte del éxito de aquellos años, además de la indudable calidad de la plantilla, eran los desayunos que Michael Jordan organizaba en su casa junto a un entrenador personal y un chef que preparaba los platos.
Ron Harper y Scottie Pippen se hicieron habituales a aquellas sesiones en las que el golf, las tortitas y las pesas del gimnasio se entremezclaban con conversaciones distendidas. Un ambiente relajado para rebajar tensiones y hacer grupo.
Rodman (91), Pippen (33), Jordan (23), Harper (9) y Kukoc (7). Foto extraída de la web Jot Down |
Esta inolvidable plantilla cerró su trienio mágico con un increíble colofón en el sexto partido ante los Jazz en Salt Lake City. Un triple de Stockton adelantaba a Utah por 3 puntos a falta de 41 segundos. Dos puntos posteriores del '23' y un robo del propio Jordan permitieron una última jugada histórica en la que una finta permitió a 'Air' elevarse y anotar la canasta con comodidad.
Sexto partido de la final Bulls-Jazz con Jordan dando la victoria a Chicago. |
El 'club del desayuno' se desmantelaba tras aquella campaña. Jordan anunciaba su segunda retirada, un paréntesis momentáneo del mundo de la canasta que no llegó definitivamente hasta el 2003... Pero eso es otra película.