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lunes, 28 de enero de 2013

Las estrellas de Steve Ross en el New York Cosmos

Etimológicamente, la palabra cosmos sirve para designar al universo, en oposición al caos. Es decir, un sistema ordenado y armonioso contrario al estado del desorden y confusión. Justo la experiencia opuesta a la que se vivió en aquel equipo neoyorquino de ‘soccer’ en la década de los 70. Esta es la historia del Cosmos.

El fútbol británico regresa a EE.UU.
La fiebre por el fútbol había perdido fuerza en la NASL (North American Soccer League), tanto que en 1969, se volvió a recurrir a los clubes importados, como había ocurrido en la segunda parte de la temporada de 1967. En esta ocasión, fueron cinco los equipos que llegaron:
Dundee United badge
  • Aston Villa jugaba en lugar de Atlanta Chiefs
  • West Ham United como Baltimore Bays
  • Dundee United repetía haciendo de los Dallas Tornado
  • Wolverhampton Wanderers, sustituyendo a Kansas City Spurs
  • Kilmarnock F.C., en el papel de St. Louis Stars
Tres equipos ingleses y dos escoceses formaron el quinteto de entidades británicas. Los Wolves y el Dundee Utd reeditaban su participación, los ingleses habían representado anteriormente a Los Angeles y el Dundee parecía encariñado con su papel como el Tornado de Dallas. Wolverhampton Wanderers repitió triunfo en el campeonato (ya lo ganó en la edición de 1967), esta vez representando a Kansas City.

El escaso público que poblaba los estadios, en el estreno de la competición, se vio reducido a la mitad en apenas un año. Las franquicias estaban en quiebra y parecían incapaces de durar unos pocos cursos. El espectador estadounidense no encontraba alicientes en un ‘extraño’ juego alejado de la cultura deportiva norteamericana donde los descansos e interrupciones eran parte del espectáculo.

Steve Ross, el rey Midas de los negocios
Pong Steve Ross fue el primer gran hombre de negocios de los medios de telecomunicación. Era el presidente de la Warner Communications, lo que suponía tener en su nómina a gente tan diversa como Robert Redford, Barbra Streisand, Dustin Hoffman, Bob Dylan, The Rolling Stones o Ray Charles. Su visión comercial le hizo aventurarse con la televisión por cable y un emergente negocio como el de las videoconsolas, a través de la compra de Atari, la empresa creadora del primer juego de éxito, el Pong.

Cualquier negocio parecía posible para Steve Ross, incluso poseer algo tan exótico como un equipo profesional de ‘soccer’ en Estados Unidos y hacerlo parte del ‘show’ mediático. Pocos creían que aquella locura pudiera tener éxito.


La 'pasión turca' anima a Steve Ross
Otra de las piezas determinantes fue la figura de los hermanos Ertegun, nacidos en Estambul, y responsables de la producción de discos a través del exitoso sello Atlantic Records (creado en 1947), que contaría después con los legendarios AC/DC y Led Zeppelin como futuros abanderados de la discográfica.

Atlantic pasó a formar parte de la Warner tras la absorción de su empresa en 1967. Una lucrativa compra a la que también se añadió el interés de los otomanos por el fútbol, una pasión que trasladaron a Ross.

Por si le faltaban argumentos para creer en el potencial de este deporte, la final del Mundial de 1966 entre Inglaterra y la R.F.A. había tenido una audiencia para la BBC de 32 millones de telespectadores en el Reino Unido. Definitivamente, el fútbol era comercialmente rentable.

Las primeras patadas del 'soccer' profesional
Cosmos logo, badgeEl fútbol profesional en EE.UU., que había comenzado en 1967, caminaba despacio, con unos torpes y temblorosos pasos propiciados por la inestabilidad de las franquicias y la inestable estructura de la competición.

La inolvidable Copa del Mundo de 1970 había coronado a Brasil como campeona y a Pelé como el mejor futbolista del momento, dos elementos que hicieron retomar el sueño de convertir a Nueva York en un referente universal del fútbol, una ciudad que había tenido un anterior equipo, el de los ‘Mets’ (metropolitano). Dadas las pretensiones faraónicas de este nuevo proyecto se eligió un apodo similar pero con un grado superlativo, Cosmos parecía ser la palabra adecuada para bautizar esta megalómana aventura.

El Cosmos arranca con gloria pero sin repercusión
Gordon Bradley fue la primera piedra del sideral proyecto en la ‘Gran Manzana’, se trataba de un mediocampista inglés con una corta trayectoria en su país y que había desarrollado la mayoría de su carrera deportiva en Norteamérica, donde había llegado en 1963. Su misión era la de transformar la franquicia en un equipo competitivo, una tarea difícil por la poca tradición futbolísitca de la plantilla.

A pesar de ello, en 1972 se proclamaron campeones en la NASL sin apenas repercusión en los medios de comunicación. Los inversores habían empezado a perder la fe e incluso vendieron sus acciones bajo el simbólico precio de 1$. Sólo Ross parecía creer en el Cosmos.

Cosmos, New York, Nueva York, 1971
En 1974, los Cosmos comenzaron a disputar sus partidos en el Downing Stadium, en la Isla de Randall, cerca de una prisión y del puente que une Bronx y Queens, un inhóspito paraje lleno de cristales rotos y suciedad. El panorama deportivo era igual de decrépito, con 14 derrotas en 20 partidos. Era la cuarta temporada de una franquicia que parecía estar tocando fondo; la entidad agonizaba.

El sorprendente fichaje de Pelé
A finales de 1974, Pelé había anunciado su retirada del Santos. Los acercamientos de la franquicia neoyorquina con el astro brasileño se habían iniciado en 1970, habían intentado convencer con el hecho de que la equipación del Cosmos se basaba en la de la ‘canarinha’. Ross no sólo veía a Pelé como una figura para el equipo sino también como una fuente de ingresos, un icono publicitario con el que comerciar innumerables productos (botas, balones, jerseys, colonias…).

La Juventus y el Real Madrid estaban al acecho del fichaje del ‘10’. Un contrato deportivo por tres campañas, otro discográfico (una de las grandes pasiones del jugador), y finalmente uno publicitario (ligado con la Warner por una década). Todas estas razones, junto a  los casi 5 millones de dólares acordados, convencieron a Pelé para marcharse al Cosmos.

Nota: Sobre su actividad fuera de los terrenos de juego, lo más destacable fue la participación de Pelé en la película "Evasión o Victoria" (1981) junto al que fuera jugador del Cosmos Werner Roth, quien asumió el papel de capitán del equipo nazi.

La noticia del fichaje de Pelé causó un gran revuelo, tanto que incluso llegó a las más altas instancias políticas de ambos países. El astro del Santos era considerado un tesoro nacional y el presidente brasileño pidió que reconsiderara su decisión. Dadas las circunstancias, como si fuera un conflicto diplomático, Nelson Rockefeller, vicepresidente de EE.UU., medió en las negociaciones que fructificaron cuando intervino Henry Kissinger, el por entonces secretario de Estado.

Pelé fue presentado como la rutilante estrella y primera pieza del fastuoso Cosmos. El mundo por fin sabía que Nueva York tenía una franquicia de ‘soccer’. Un equipo que marchaba último, en el año 1975, con sólo 3 triunfos en 9 encuentros pero que iba a contar con el mejor futbolista del mundo, que por aquel entonces tenía 34 años.
Pelé junto a Steve Ross, en la presentación del brasileño como nuevo jugador del Cosmos.
Pelé revoluciona la NASL
El debut fue retransmitido a través de la CBS. El 15 de junio de 1975, Pelé saltaba a la cancha ante los Dallas Tornado con su característico ‘10’ a la espalda. El ambiente en las gradas, con un lleno absoluto, hacía presagiar que la decisión de incorporar a la estrella mineira había sido todo un acierto.

La cúpula directiva del equipo neoyorquino decidió cambiar la sede de la entidad al Giants Stadium, con 75.000 asientos. Un colosal recinto más acorde con la llegada de ‘O Rei’ que fueron respondidas con 5 goles y 4 asistencias, aunque la franquicia quedara fuera de los ‘pay-off' por el título.

El mayor triunfo de la incorporación de Pelé al torneo de la NASL fue el desembarco de otros mitos mundiales del fútbol como Gordon Banks (portero inglés que había realizado una mítica parada en México’70, ante el propio Pelé), Geoff Hurst (autor del hat-trick en la final de 1966), Eusebio (la ‘pantera negra’) o el legendario norirlandés George Best, una de las figuras de la 'Santísima Trinidad' del Manchester United.

La llegada de Chinaglia
Ross no parecía satisfecho, quería más joyas para su estrenada corona. El delantero Giorgio Chinaglia, uno de los responsables del primer scudetto de la Lazio, fue el siguiente de la lista. Apenas puso dificultades para su incorporación al Cosmos. Su tiempo en Italia se había agotado y su pasado en Gales, jugando para el Swansea, le permitía superar la barrera idiomática. Su imagen de 'dandy' italiano y su manera de vivir el fútbol, como un espectáculo, encajaban con la filosofía de la franquicia.

Chinaglia, Cosmos

El rendimiento en el campo fue inmejorable, convirtiéndose en el mejor artillero de la historia de la NASL. A ello se le sumó otro hecho, la extraordinaria amistad que comenzó a tener con el ‘capo’ del equipo, Steve Ross que contraponía la celosa y tensa relación con Pelé.

Pelé, Chinaglia, Cosmos

La vida que llevaron ambos jugadores era más propia de estrellas desfasadas del rock que de unos profesionales del fútbol. Las fiestas en el Studio 54 se sucedían y el cartel de ambos era conocido en todo el país. Aprovechándose de ello, sus rivales en el 'play-off' por el título les tendieron una trampa al ponerles una limusina con alcohol y mujeres. El resultado fue que al día siguiente ambas estrellas estaban apagadas, Tampa Bay Rowdies vencía por 3-1 y echaba al equipo galáctico de la lucha por la gloria.

Como ‘castigo’ Steve Ross obligó a la plantilla a embarcarse en un lujoso y costoso tour europeo de exhibición, como si fueran los mismísimos Rolling Stones.

El 'Kaiser' y Carlos Alberto conquistan Nueva York
Beckenbauer, CosmosFranz Beckenbauer fue el siguiente icono balompedístico en incorporarse al Cosmos, el 'Káiser' aterrizaba como campeón del mundo en 1974 con Alemania Federal, pero la lista parecía inacabable. Ross se convirtió en un coleccionista de leyendas todo con el objetivo de vender y engrandecer el producto final que disfrutaban políticos, bandas de rock y actores, que se arremolinaban junto a Steve Ross para contemplar el 'show' desde las tribunas del estadio.

El defensa brasileño Carlos Alberto, uno de los responsables del éxito de la 'canarinha' en México'70, completaba el póker de ases del equipo neoyorquino de la temporada de 1977 que acabó, por fin, con el triunfo de Cosmos ante Seattle (2-1) en la final del torneo denominada 'Soccer Bowl'. Pelé se despedía del fútbol profesional con un título, gracias a Chinaglia quien fue el autor del gol de la victoria.

El último partido de Pelé fue un amistoso entre el Cosmos y el Santos, el 1 de octubre de 1977. Jugó una parte con cada equipo ante 75.000 personas que abarrotaban el Giants Stadium, sólo pudo anotar con la camiseta de la franquicia neoyorquina.

La campaña de 1978
A pesar de la marcha del ‘10’, Ross reclutó nuevos talentos para su equipo de ‘soccer’. Incluso Rivellino y Cruyff tuvieron una testimonial aparición. A su vez, crecían el número de franquicias con el objetivo de desbancar a los Cosmos de Nueva York.

Las semifinales de aquel curso se resolvieron con un ‘shoot out’, un método inspirado en el hockey hielo para resolver los empates y que consistía en avanzar desde el centro del campo para en un tiempo de 5 segundos, como máximo intentar, anotar en la portería rival. El guardameta contra el jugador, como un duelo del viejo oeste. Carlos Alberto lo resolvió con tres toques y una vaselina, calidad brasileña para acceder a otra ‘Soccer Bowl’ donde vencieron a Tampa Bay (3-1). Tercer entorchado, segundo consecutivo y objetivo cumplido.


El fin del viaje
La campaña siguiente, 1979, el ‘shoot-out’ eliminaba al equipo de la Warner, con él se desmoronaba el imperio televisivo y el reclamo que había generado el exótico fútbol en la tierra de las oportunidades. A pesar de que la Liga seguía contando con grandes talentos importados como Teófilo Cubillas (Ft. Lauderdale), Trevor Francis (Detroit), Johan Neeskens (New York Cosmos), Johan Cruyff (Los Angeles) o Gerd Müller (Ft. Lauderdale), figuras que salpicaban al resto de franquicias inflando los presupuestos, dado que no existía un límite salarial.

El agujero económico generado por la alocada gestión económica de todas las entidades y la falta de ingresos propiciada por la baja audiencia, que habían echado de una patada al ‘soccer’ de sus pantallas con apenas 2 millones de televidentes, fueron determinantes para que el público se desconectara del 'soccer'.

El espectáculo toca a su fin
Los siguientes títulos del Cosmos, 1980 y 1982, no tuvieron ninguna repercusión. En 1983, Ross veía cómo la FIFA elegía, de nuevo, a México para realizar el Mundial de 1986 (una Copa del Mundo inicialmente pensada para ser disputada en Colombia). Aquella decisión supuso una bofetada en la cara del dueño de la Warner que abandonaba el mecenazgo del fútbol, también empujado por una posible bancarrota.
Steve Ross, el máximo mandatario del Cosmos y de la Warner.
En 1984, la plantilla del Cosmos se desintegraba y se llevaba a la NASL (North American Soccer League) en su onda expansiva. Para 1985, el balón dejaba de rodar, de forma profesional, en los Estados Unidos.

El legado de Steve Ross
La selección norteamericana volvió a participar en una Copa del Mundo en 1990, 40 años después del histórico triunfo ante Inglaterra. El capitán de aquel equipo, Mike Windischmann, fue uno de los niños que habían ido a buscar a Franz Beckenbauer al aeropuerto años atrás, apareciendo en una de las primeras fotos que se tomaron del 'Káiser' en el aeropuerto Kennedy. Otro de los componentes de aquel equipo, John Harkes -90 veces internacional- participó en ese Mundial y en el de 1994 con el '6' a la espalda, a imagen y semejanza de Beckenbauer, al que solía ver desde su posición de recogepelotas del Cosmos.

La idea de Ross de que el verdadero y gran mercado del fútbol estaba en Estados Unidos fue recogida por la FIFA que dio luz verde a la celebración del Mundial en 1994. Steve Ross no pudo presenciarlo, había fallecido dos años antes de ver que el ‘soccer’ volviera a reinar sobre Norteamérica.

Poco después, en 1996 se creaba la MLS (Major League Soccer). El fútbol profesional vivía otra oportunidad para ocupar su espacio en la TV y en los tabloides deportivos con renovadas franquicias y otros mitos a los que alabar. Sólo falta el regreso del Cosmos para que el espectáculo vuelva a comenzar. 

martes, 15 de enero de 2013

Las primeras patadas del exótico 'soccer' en EE.UU.

La relación de Norteamérica con el fútbol, llamado ‘soccer’ en países como Australia, Canadá, Irlanda y los propios Estados Unidos -palabra que proviene del término asociación (soc)-, es antes de lo que en Europa podamos pensar. Aunque sus primeros encuentros, del siglo XIX, no están reconocidos como oficiales, los estadounidenses dispusieron siempre de una selección, en muchas ocasiones formada por jugadores de distintas nacionalidades, que los representara y defendiera con las barras y estrellas en su camiseta.
USA soccer logo
Las primeras patadas al balón
Se considera el estreno del conjunto ‘yankee’ en 1916, frente a Suecia en Estocolmo, desaprobando los enfrentamientos con Canadá de 1885. Tres años antes, en 1913, se había fundado en Nueva York la federación de fútbol, una de las primeras asociaciones en afiliarse al organismo de la FIFA.

Curiosamente, al principio la institución incluyó el término fútbol a su denominación para posteriormente, a partir de 1944, cambiarlo por el 'soccer'. En la actualidad, se la conoce como United States Soccer Federation. Entidad que está viviendo este año su centenario.

Momentos claves de la selección
El combinado de EE.UU. vivió en primera persona el arranque del Mundial, Uruguay 1930, participando de manera activa y con buen resultado. Sus dos primeros enfrentamientos se saldaron con sendos 3-0, ante Paraguay y Bélgica.
Selección de Estados Unidos en el Mundial de Uruguay (1930).
Aquel equipo estaba formado por inmigrantes ingleses y escoceses que guiaron al equipo al tercer puesto final de la Copa del Mundo, de todos ellos destacó como primera figura un jugador norteamericano, nacido en Massachusetts, y que desarrolló su carrera deportiva en el país de las oportunidades, Bert Patenaude.

El primer ídolo del 'soccer'
Bert Patenaude anotó un hat-trick en el encuentro ante Paraguay. Las discrepancias sobre la autoría del segundo tanto apartaron a Patenaude de los libros de historia hasta que en 2006 la FIFA reconsideraba su postura para otorgar al jugador el mérito de ser el primero en anotar tres goles en una Copa del Mundo, dos días antes que la tripleta del argentino Stábile. Precisamente, la albiceleste fue la selección que apartaba a Estados Unidos de la final, con un contundente 6-1 en las semifinales.

Bert Patenaude, priemr hat-trick
Bert Patenaude, trigoleador ante Paraguay.
Dos nuevas participaciones
Las siguientes citas mundialistas fueron las de 1934 y 1950. La primera, una fugaz aparición en la Italia de Mussolini para caer con estrépito ante los anfitriones (7-1), lo que supuso la inmediata eliminación en un torneo con un extraño formato de duelos directos.

La segunda en Brasil, cayendo en la primera fase por las derrotas ante España y Chile que no lograron oscurecer la brillante victoria ante una presumida Inglaterra que creía estar un peldaño por encima de sus rivales.

El milagro de Belo Horizonte
El combinado de EE.UU. era un grupo de jugadores semi amateur dentro de un país que todavía no había dado el salto definitivo al profesionalismo. El 'soccer' era practicado exclusivamente por ciudadanos de otros países o dentro de las instalaciones universitarias.  La derrota ante España hacía presumir una goleada ante Inglaterra, los inventores del deporte que contaban con Stanley Mathews, primer balón de oro de la historia, y Alf Ramsey como figuras.

Pero no, Mattews no saltó al campo por decisión técnica. La superioridad técnica de los 'pross' se topó contra el guardameta y el poste en varias ocasiones marradas. Mientras que los Estados Unidos aprovechaban la suya a pocos minutos del primer tiempo. Un centro era rematado en plancha por Joe Gaetjens, haitiano de nacimiento, para poner el 1-0 que terminó siendo definitivo. Locura y confusión. Inglaterra era humillada, una circunstancia que iba a repetir nuestro combinado nacional con el mítico gol de Zarra. Los 'tres leones' perdían su condición como reyes en Brasil, en su debut mundialista.

Joe Gaetjens, sacado a hombros en Brasil 1950.
Las barras y estrellas dejaron de asomarse por la Copa del Mundo durante cuatro décadas, un largo desierto antes de su vuelta a escena en Italia'90, antesala de la Copa del Mundo que organizaron con notabilísimo éxito en 1994.

El nacimiento de la liga norteamericana 
El Mundial de 1966, celebrado precisamente en Inglaterra y con victoria de los anfitriones bajo la dirección en los banquillos de Alf Ramsey, había devuelto la ilusión a varios patrocinadores norteamericanos por recuperar la vieja idea de exportar definitivamente el concepto de una competición de 'soccer' a Norteamérica. Para ello, surgieron dos campeonatos futbolísticos: por un lado la National Professional Soccer League (NPSL) compuesta por diez franquicias, 9 norteamericanas y una canadiense, y la United Soccer Association que consistió en un torneo veraniego de exhibición.

La 'National Professional Soccer League'
Fue la encargada de hacer rodar el balón en aquel abril de 1967. Para lograr que la gente se enganchara al ‘soccer’ promovió el juego ofensivo con novedosas reglas, a razón de 6 puntos por victoria, 3 por empate, 0 por derrota y un punto añadido por cada gol anotado –hasta un máximo de tres por encuentro-.

NPSL

La liga no contaba con el apoyo de la FIFA, lo que podía acarrear sanciones a los futbolistas que la disputaran, y apenas duró un año. La temporada acabó con la victoria de Oakland Clippers y un desastre mayúsculo propiciado por las presiones comerciales que obligaban a árbitros y jugadores a parar el juego para poder intercalar anuncios. Ya que los derechos televisivos habían sido adquiridos por la CBS. Incluso algunos futbolistas fingían lesiones bajo el consentimiento de los colegiados y de la cadena que comercializaba el ruinoso estreno del profesionalismo en Estados Unidos que caminaba al margen de la ley y fuera de la lógica del juego. Dos futbolistas de nuestra Liga probaron suerte en este estrépito: Juan Santisteban y Yanko Daucik.
 
La 'United Soccer Association'
El segundo intento surgió casi en paralelo, para ello se realizó un torneo veraniego de exhibición en 1967 bajo el nombre de la United Soccer Association. La fórmula usada era totalmente distinta, para la primera campaña se contaba con distintos clubes profesionales europeos y sudamericanos que cambiaban su nombre y logotipo, no la equipación ni la plantilla, para adoptar los nombres de ciudades estadounidenses. Para en un segundo año ir introduciendo futbolistas norteamericanos en las franquicias creadas gracias a los clubes extranjeros.

Estos fueron los participantes y los clubes que los representaron:
  •  Boston Rovers                                  Shamrock Rovers (Dublin-Rep. Irlanda)
  • Chicago Mustangs                             Cagliari (Italia)
  • Cleveland Stokers                             Stoke City (Inglaterra)
  • Dallas Tornado                                  Dundee United (Escocia)
  • Detroit Cougars                                Glentoran (Belfast-Irlanda del Norte)
  • Houston Stars                                   Bangu Atlético Clube (Río de Janeiro-Brasil)
  • Los Angeles Wolves                         Wolverhampton Wanderers (Inglaterra)
  • New York Skyliners                         Cerro (Montevideo-Uruguay)
  • San Francisco Golden Gate Gales    ADO (Den Haag-Países Bajos)
  • Toronto City                                    Hibernian (Edimburgo-Escocia)
  • Vancouver Royal Canadians             Sunderland (Inglaterra)
  • Washington Whips                           Aberdeen (Escocia)
Mural conmemorativo en Belfast sobre la aventura del Glentoran como los Detroit Cougars.

A las ciudades se le añadieron unos apodos que en algunos casos jugaban con el de los instituciones originarias. Como Boston que escogió al equipo irlandés del Shamrock Rovers cuyo trébol y color verde estaban llamados a terminar en la sede de los Celtics. Otros ejemplos son: Cleveland Stokers (Stoke City), L.A. Wolves (Wolverhampton Wanderers. conocidos como los 'Wolves') o Skyliners que guarda cierto parecido semántico con Cerro, el equipo uruguayo.

El torneo apenas tuvo éxito y coronó como vencedor a Wolverhampton Wanderers que se deshizo del Aberdeen en la final. Es decir, Los Angeles Wolves derrotaron a Washington Whips por 6-5, tras una interminable y provechosa prórroga.

Como detalle curioso, el Dundee United cambió oficialmente a partir de esta gira su equipación para lucir su actual color naranja tras su conversión al Dallas Tornado, una franquicia que hizo una pretemporada extenuante recorriendo todos los rincones del planeta con partidos tan diferentes y exóticos en países como: España (ante Córdoba, Alcalá de Guadaira, Coria y Real Oviedo), Marruecos (Tánger), Francia, Chipre, Turquía, Pakistán, India, Japón, Australia…


La NPSL y la Liga USA se fusionan
En diciembre de 1967 se tomó la determinación de juntar los dos torneos que habían surgido con el fin de unificar criterios y entidades. El nombre elegido era el de la NASL (North American Soccer League). Algunos de los 17 equipos se nutrieron de jugadores de renombre como el brasileño Vavá (que jugó en el Atlético de Madrid), el argentino Héctor Rubén Sosa (ídolo de Racing Club) o el uruguayo Cirilo Fernández (surgido del Emelec ecuatoriano) y otros futbolistas más anónimos procedentes de todos los rincones del planeta, incluyendo España.

El nuevo torneo iba a ser disputado por 17 franquicias:
  •  9 provenientes de la antigua 'United Soccer Association': Washington Whips, Cleveland Stokers, Detroit Cougars, Boston Beacons, Los Angeles Wolves, Chicago Mustangs, Houston Stars, Vancouver Royals y Dallas Tornado.
  • 6 de la 'National Professional Soccer League', New York Generals, Toronto Falcons, Atlanta Chiefs, Oakland Clippers, St Louis Stars y Baltimore Bays.
  • A ellos se les sumaba dos equipos de reciente creación: Kansas City Spurs y San Diego Toros.
Atlanta Chiefs
Los norteamericanos dieron a la competición un tono propio, más ‘yankee’, acorde con la estética del resto de deportes que se practicaban en EE.UU., la numeración aparecía tanto delante como detrás o en el pantalón, con dorsales tan poco futbolísticos como el cero o el veinte que eran mantenidos para toda la campaña junto con el nombre del jugador, una medida que precisamente sería oficialmente aceptada en el Mundial de 1994.

A ello se añadían matices diferentes a Europa como el césped artificial o la caprichosa puntuación (6 puntos por ganar, 3 por empatar y uno adicional por cada tanto anotado) heredada de la ya desaparecida NPSL.

El sistema fue el habitual formato de las grandes ligas del país. Es decir, las 17 franquicias estaban divididas en cuatro conferencias (Atlántico, Lagos, Golfo y Pacífico). Los líderes se clasificaban para enfrentarse en una semifinal y la gran final, ambas a doble encuentro. Atlanta Chiefs se hicieron los ‘jefes’ de aquel campeonato tras derrotar en la final a San Diego Toros, bajo la dirección del galés Phil Woosnam (ex del West Ham y Aston Villa) que encarnaba la novedosa figura del entrenador-jugador.

El peor equipo de la primera edición de la NASL fueron los Dallas Tornados, cuya fuerza se perdió en el tour mundial para ser devastado en la competición de la NASL (2 victorias en 32 encuentros y 109 goles en contra). El delantero polaco Janusz Kowalik (Chicago Mustangs), proveniente del Cracovia, fue el máximo artillero con 30 dianas.

El futuro proyecto del Cosmos
El 'soccer' acababa de comenzar, la década de los 70 sería la época dorada convirtiendo a los EE.UU. en una lujosa jubilación de las estrellas mundiales del fútbol europeo y sudamericano que apuraban sus últimos minutos como ídolos, llenando de brillo las franquicias de la NASL. Especialmente en Nueva York, donde se estaba gestando un lujoso proyecto que tomaría el apropiado nombre de Cosmos.

Nota:
Si estáis interesados en conocer más datos, equipaciones y plantillas. Está todo minuciosamente recopilado en http://www.nasljerseys.com

sábado, 5 de enero de 2013

Los hinchas 'dan la espalda' al fútbol, imitando al Lech

El fútbol polaco vivió su mejor momento en la década de los 70 y 80. Una época en la que tuvo el privilegio de ocupar la tercera posición en un Mundial, en las citas de 1974 y 1982, de las siete ediciones que ha disputado. Un digno bagaje que se ha visto subrayado por su brillante papel olímpico.

Luces y sombras de la selección polaca
En los JJ.OO, Polonia se ha colgado tres metales, el oro de 1972 y las platas de 1976 y 1992 donde cayeron ante España en la final de Barcelona. Aquella generación no confirmó su trayectoria con la absoluta y sus jugadores desaparecieron en el olvido. A excepción de Wojciech Kowalczyk, Piotr Świerczewski, Tomasz Wałdoch y Andrzej Juskowiak, futbolista surgido de la cantera del Lech.

Pero la calidad de estos cuatro futbolistas no podía igualar la repercusión internacional de los grandes mitos que habían llevado el ‘águila blanca’ en el pecho, leyendas como Jan Tomaszewski (el 'hombre que paró a Inglaterra' en una histórica actuación en Wembley en 1973), Grzegorz Lato (máximo anotador en la Copa del Mundo de 1974), Andrzej Szarmach (Pichichi en los JJ.OO de Montreal’76), Wlódzimierz Lubański (48 dianas en 75 internacionalidades), Kazimierz Deyna y Zbigniew Boniek (que formó una letal pareja con Michel Platini en la Juventus de los 80).

Polonia, fútbol

En la actualidad, la calidad de la nueva hornada de futbolistas polacos triunfa con sus clubes, en especial con el Borussia Dortmund (Łukasz Piszczek, Jakob Blaszczykowski y Robert Lewandoski), pero ese brillo no se traslada a una selección al que le falta quitarse los miedos para echar de nuevo a volar.

El águila blanca
El símbolo histórico de Polonia es el ‘águila blanca’, coronada y situada sobre un escudo rojo. Un milenario blasón que data del siglo XII y que se conoce como el Orzeł Biały.

Las leyendas eslavas hablan de tres hermanos como fundadores de varias de las naciones del este del viejo continente: Rus (Rutenia- Rusia, Ucrania y Bielorrusia), Czech (Bohemia- República Checa) y Lech (Polonia). Éste último, Lech, decidió subirse a un árbol para divisar las tierras y repartirlas, dada su condición de primogénito, en su ascensión se topó con un nido de águilas al que identificó como una señal divina. Un animal que pasaría a ser parte de su emblema y de sus posesiones.

águila blanca, Polonia, Orzeł Biały

El ave ha estado siempre presente en las equipaciones de la selección nacional. Hasta que en la Eurocopa celebrada en casa, 2012, Nike diseñó una nueva indumentaria con el estilizado y moderno logotipo de la federación  pero sin el legendario águila. Un grave error que encolerizó a los aficionados, tanto que hasta el gigante norteamericano tuvo que pedir perdón y retirar las camisetas para confeccionar unas nuevas e incluir el símbolo alado elegido por Lech.


Aquellos tres hermanos, según relata la leyenda, con el paso de los años volvieron a reunirse en un lugar al que bautizaron como la ciudad del encuentro, la actual Poznan.

Poznan, la antigua capital de Polonia
Cuna de la nación polaca y antigua residencia real, cuenta en la actualidad con poco más de medio millón de habitantes. Se encuentra equidistante entre Berlín y Varsovia, a 300 kilómetros de ambas capitales.
Ekstraklasa 
El fútbol en Poznan tiene dos protagonistas: por un lado el equipo que toma el nombre del río, el Warta Poznan, y por otro el del club que lleva el mismo nombre que el del héroe fundador del país, un Lech nacido en 1922 y vinculado al tren, no en vano la ciudad es uno de los principales nudos de comunicaciones ferroviarias.

El palmarés del equipo blanquiazul asciende a 6 Ligas y 5 Copas, todos ellos conseguidos desde la década de los 80. Por detrás de los tres grandes de la Ekstraklasa (Primera división polaca): Górnik Zabrze, Ruch Chorzów y el Wisła Kraków (Cracovia).

El mundo ultra en Polonia
El hooliganismo está teniendo un tardío repunte que hace de la liga polaca una continua confrontación entre ultras, con incendiarios duelos .

La competición que se disputa en las curvas, fondos y tribunas de los estadios marcha ajena a la tabla clasificatoria. En ella destacan el Lechia Gdansk (famosos por su tendencia anticomunista surgida de sus lazos con el sindicato 'Solidaridad' de Lech Walesa) y su enemistad con el Arka Gdynia que nada tiene que envidiar al peligroso derbi de Cracovia (la llamada 'guerra santa') entre el MKS y el Wisla que cuenta con más de un siglo de antigüedad y tiene al Wisla como el antiguo representante de la policía estatal.

Wisla-Cracovia

Este derbi rivaliza con los clásicos por antonomasia del fútbol polaco, el encuentro entre el propio Wisla y el Legia Varsovia y el que tiene el Widzew Łódź contra el Legia, que a su vez tiene otro enemigo en su ciudad, el Polonia Warszawa. Y es que el país del 'águila blanca' es un rompecabezas de multitud de piezas que rara vez encajan y que no se complementan.

Otro núcleo de este 'paraíso ultra' es Poznan, donde el público del Lech realiza unas organizadas y estudiadas coreografías con una actitud casi castrense, heredada de su ideología política, que hace que la puesta en escena resulte espectacular y uniformemente colorida. Una imagen que ha recorrido toda Europa.

Lech Poznan, triunfo en las gradas
El papel deportivo del equipo en competiciones europeas ha sido muy modesto, se inició en la campaña 1978-79 ante el Duisburgo en la desaparecida Copa de la UEFA . Ha jugado contra equipos de nuestra Liga como el Athletic Club, el Barcelona (en una memorable eliminatoria que llegó a los penaltis) y el Deportivo de la Coruña, pero su nombre nunca había permanecido en la memoria de los aficionados.

Pero de todos los duelos europeos, destaca los celebrados contra el Manchester City en octubre de 2010, no por el triunfo conseguido en tierras polacas sino por la repercusión y trascendencia del ambiente mostrado en el partido disputado en el Etihad Stadium.

Poznan, Manchester City, Greque
Hinchas del Lech, con la pancarta de sus 'hermanos' del Arka, realizando su 'Greque' en Manchester.

Aquel día, los ultras del Lech realizaron su habitual celebración cuando el equipo marca que no es otra que la de girarse, dar la espalda al campo y brincar. Conocido como 'Grecque'. El publico citizen asombrado aplaudió su originalidad y copió tal modo de animar, haciéndolo habitual en las Islas.

El 'Grecque' se exporta a Gran Bretaña e Irlanda
Los hinchas comenzaron a ‘dar la espalda’ al césped, de Manchester se extendió por Inglaterra y se trasladó a Escocia donde los aficionados lo adaptaron y versionaron con otro nombre “The huddle”. Debido a la estrecha relación entre el Celtic e Irlanda se hizo popular en los encuentros internacionales de los ‘hombres de verde’.

Irlanda haciendo el Poznan, Ireland Poznan 2012, EuroEn la Eurocopa de 2012, Poznan era una de las sedes elegidas para la cita continental. Se jugaron tres encuentros correspondientes al grupo C, en el que estaban encuadrados: España, Croacia, Italia y la República de Irlanda. El papel del equipo del trébol en el campo fue pobre, ocupando el último puesto. No así en las gradas, siendo los choques de los irlandeses una fiesta continua y un homenaje a la ciudad, cuando todas las camisetas verdes se giraban para botar y saltar ‘a lo Poznan’, como los ultras del Lech llevaban haciendo durante años. La ‘Grecque’ volvía a casa tras haber conquistado Europa.