Ravens vencen a 49ers en una 'brillante' Super Bowl

La edición cuadragésimo séptima (XLVII) de la SuperBowl ya tiene dueño. Los Ravens han logrado alzarse el trofeo Vince Lombardi tras vencer a los 49ers en un emocionante encuentro en el que un apagón en el fluido eléctrico ha servido de punto de inflexión para los de San Francisco, quienes tenían hasta entonces una severa desventaja, acortaran en el electrónico para darle emoción hasta el último suspiro.

En esta final, se enfrentaban los Baltimore Ravens como representantes de la Conferencia Americana (AFC) y los San Francisco 49ers como ganadores de la Conferencia Nacional (NFC). El partido se ha disputado en Nueva Orleans, una de las sedes favoritas de la organización, junto a Miami, para celebrar este espectáculo que mueve ingente cantidades de seguidores y una fuerte inyección económica que ayudará al estado de Luisiana a recuperarse tras los desastres naturales que han azotado la región en este lustro.

Los banquillos dominados por la familia Harbaugh
Las miradas en esta Super Bowl estaban depositadas en los laterales del rectángulo de juego en el lugar donde ocupan los entrenadores. Ambos técnicos tienen el mismo apellido, Harbaugh, y no es por coincidencia sino porque son hermanos, una circunstancia que nunca había ocurrido en la final de un deporte profesional estadounidense.

John, el mayor, es el míster de los Ravens mientras que Jim, un año menor, es el entrenador de los 49ers. No en vano, el padre de la saga, Jack, también es inquilino de los banquillos con una dilatada carrera de más de cuatro décadas y que prosigue actualmente al frente de la universidad californiana de Stanford.

La sede de la final

El antiguo Tulane Stadium de Nueva Orleans.

El escenario para el encuentro era el majestuoso Mercedes-Benz Superdome de Nueva Orleans. Un recinto afectado gravemente por el huracán Katrina y que recibía por séptima vez una Super Bowl. La ciudad ha albergado en otras tres ocasiones más este decisivo partido, fue en el antiguo Tulane Stadium y es que la ciudad de Louis Armstrong no sólo se caracteriza por esa característica mezcla cultural, el vudú o por el sonido del Jazz, es también la sede más habitual, junto a Miami, para decidir el campeón de la NFL, ambas con diez ocasiones a sus espaldas.

Los finalistas: Ravens vs 49ers
Baltimore Ravens
Surgieron en 1996 con el traslado de la franquicia de Cleveland a Baltimore. Desde la llegada del equipo a Maryland la ciudad ha vivido considerables éxitos traducidos en dos campeonatos de conferencias que han servido de antesala para las Super Bowl del 2000 y la actual de 2013.

El nombre de la entidad viene del famoso poema titulado “El Cuervo” (The Raven) del escritor Edgar Allan Poe, un homenaje a uno de los más ilustres ciudadanos de Baltimore y que fue mayoritariamente respaldado por los aficionados del conjunto morado.

San Francisco 49ers
Es uno de los mitos de la NFL, este equipo profesional data de 1946 e inició su aventura en la NFL a partir de 1950. Su palmarés alcanza las 5 Super Bowls (1982, 85, 89, 90 y 95), lo que sitúa a los californianos a la misma altura que los Dallas Cowboys (5 títulos) y por detrás de Pittsburgh Steelers, que con 6 entorchados comandan la tabla.

Al equipo se le conoce como los ‘Niners’, o simplemente como los 49ers, el número hace referencia al año 1849, momento en el cual se produjo la llegada masiva de buscadores de oro a California. Tanto la mascota del equipo como los colores de la institución hacen referencia a esa fiebre por el metal precioso.


XLVII Super Bowl

• Primer cuarto

San Francisco arrancó su ataque con poca efectividad, todo lo contario que Baltimore cuya primera opción se convirtió en un touch down gracias a la tranquilidad de Falcco, el quaterback de los Ravens. Apenas dos minutos y los de Maryland contaban con 7 tantos de ventaja que se añadían al componente psicológico de haber puntuado en el primer drive del que habían dispuesto. Todo parecía de cara para los hombres de morado que habían devorado 51 yardas en 6 acciones.

La respuesta de los 'Niners' fue rápida y letal, con un Colin Kaepernick valiente que incluso tomaba la decisión de avanzar para romper la línea defensiva rival. El premio era menor pero al menos sumaban en su segunda tentativa con un field goal, 7-3 al finalizar el primer cuarto.

• Segundo cuarto

El fumble sufrido por San Francisco fue el primer toque de atención para los californianos de que el partido se podía escapar. Un repentino cambio de papeles que permitió a los 'Cuervos' seguir picoteando yardas hasta llegar a las puertas de la end zone de los 49ers, donde Joe Flacco dejaba su sello y el segundo touchdown de la noche, 14-3 para los de Maryland. Remontar la desventaja empezaba a ser para los californianos una tarea tan laboriosa como la búsqueda de pepitas de oro.

Si algo podía salir mal para los 49ers, ocurrió en su siguiente ataque con una intercepción del dorsal 20, Ed Reed, que dejaba a Baltimore dentro de campo rival, una acción desaprovechada con un intento de engaño a la hora de convertir el field goal  Todo seguía igual en el electrónico del futurista pabellón, hasta que a falta de dos minutos surgió una bomba teledirigida e inteligente, de más de 55 yardas, que disparaba a Baltimore hasta el 21-3.

Antes de que se alcanzara el descanso, un rápido drive del conjunto rojo y oro concluía con el segundo FG que acortaba momentáneamente al 21-6. Negro como el plumaje de un cuervo parecía el futuro de San Francisco en la Super Bowl.

• Tercer cuarto

Las interminables piernas de Beyoncé cedieron el paso a los gladiadores que volvían con nuevos bríos tras el descanso, con tantas energías que Jacoby Jones realizaba un histórico retorno desde su línea de fondo, después de un kick-off, para alcanzar la otra costa y poner un apabullante 28-6.

Las ideas parecían desaparecer del equipo californiano con la misma celeridad con la que los focos se empezaban a apagar del Superdome víctimas de un corte de fluido eléctrico, que duró más de media hora, y que parecía haberse contagiado del apagón que había sufrido el juego de los 'Niners' en lo que se llevaba de final.

La corriente eléctrica regresó para mostrar a unos 49ers más enchufados que a falta de 7 minutos firmaban un esperanzador primer TD, por mediación de Michael Crabtree, y el correspondiente extra point (28-13). A renglón seguido, una notable acción de defensa propiciaba otro drive rápido para los 'niners' que concluían con un segundo touchdown que ajustaba la diferencia, 28-20 y todo por decidir. Definitivamente, había vuelto la luz a San Francisco y más cuando se recuperaba otro oval para completar un tercer cuarto increíble que finalizaba con otros tres puntos para los californianos que cerraban un parcial de 0-17. El partido estaba abierto con el 28-23.

• Último cuarto

El incendio del tercer cuarto era apagado con un ataque largo de los 'cuervos' que tenían como premio otros 3 tantos merced al FG de 19 yardas. La responsabilidad volvía a San Francisco, bajo la batuta de Colin Kaepernick cuyas estadísticas se acercaban a la de su homónimo en los Ravens.

Si el siguiente drive era un examen a su actuación, Colin Kaepernick sacaba un sobresaliente al correr él mismo con valentía durante 15 yardas y depositar el cuero en la línea de fondo para otorgar otros 6 puntos a unos renacidos 49ers, quienes fallaban a la hora de completar los dos puntos. El duelo se ponía 31-29, con los Ravens sintiendo el aliento de los buscadores de oro.

No había tregua y la siguiente acción era otro FG para los de Maryland que dejaba el electrónico en un incierto 34-29 con 4 minutos para el final. Un espacio de tiempo en el que Kaepernick pudiera consagrarse y codearse junto a Joe Montana o Steve Young, leyendas de la franquicia rojo y oro. Pero la oportunidad se quedaba en el limbo y Baltimore se hacía con su segunda Super Bowl.

Una histórica final que será recordada por el fallo eléctrico y por los hermanos Harbaugh, protagonistas desde la banda, que han terminado por eclipsar la anunciada despedida de Ray Lewis, muy apagado en toda la noche, quien se enfunda su segundo anillo y escribe su último capítulo como jugador profesional con un gran colofón.

Baltimore Ravens 34-31  San Francisco 49ers