Siempre que el
Real Madrid tiene un resultado adverso en una eliminatoria se suele hablar del 'espíritu de Juanito', del 'miedo escénico' y de las 'mágicas noches Europeas en Chamartín', una conjura para la remontada que hace tiempo que no se produce y que se acuñó con seis partidos claves en la historia del equipo blanco donde se mezclaban varios factores.
Europa por aquel entonces era una duda constante, nadie conocía con certeza a los rivales y el factor cancha tenía un peso importante. Los equipos españoles solían sufrir mucho en el extranjero y era extraño ver ganar a los nuestros en campo contrario, incluso ante rivales inferiores, con lo que adquiría gran importancia jugar el partido de vuelta ante tu público, que en el caso madridista era un ambiente diferente al actual con un '
gallinero' (parte alta del graderío del Bernabéu) abarrotado e implicado que se dejaba contagiar por el ambiente del fondo sur.
Con el público metido en el partido la consigna era ser firmes e intentar embotellar al equipo contrario en su campo desde los inicios y ser los primeros en chutar a puerta. En el descanso, había que dar una sensación de ansiedad y aparecer antes de que el árbitro estuviera en el campo. Un ideario que aplicó el Real Madrid a rajatabla en aquellos años. Estas fueron sus siete principales víctimas.
1. Copa de Europa (5 de noviembre de 1975), Real Madrid 5-1 Derby County (1-4)
La vieja Copa de Europa enfrentaba, por aquel entonces, en eliminatorias directas a los campeones de las distintas ligas. Un formato atractivo y peligroso El Derby County era el vigente campeón de Inglaterra, un
segundo título para la institución, y último hasta ahora, que confirmaba las buenas vibraciones que había tenido el equipo, tres años antes, con el mítico entrenador
Brian Clough y que en esa temporada tenía a Dave Mackay en la dirección técnica.
La competición partía de los treintaidosavos de final donde merengues y carneros (
rams, en alusión al animal de su escudo) se habían deshecho del Dinamo de Bucarest y Slovan de Bratislava, respectivamente.
En el duelo de ida de dieciseisavos de final, en el Baseball Ground, los ingleses se habían impuesto por un rotundo 4-1, dos de los tantos desde el punto de penalti, ante un equipo blanco que llegaba herido a Madrid por el varapalo recibido. Aún así, el público acudió en masa a un Chamartín que rozó los 100.000 espectadores.
El técnico yugoslavo
Miljan Miljanic, uno de los pioneros a la hora de trabajar el apartado físico en el entrenamiento, dirigía a un equipo que presentaba el siguiente once: Miguel Ángel; Sol, Benito, Pirri, Camacho; Breitner, Del Bosque, Netzer; Amancio, Santillana y Roberto Martínez (4-3-3).
Roberto Martínez anotó los dos primeros, a los 3' y 51', Santillana puso de cabeza el tercero en el 55' que desnivelaba la eliminatoria para los blancos, un minuto después era el Derby el que marcaba con un golazo a la escuadra. A falta de diez minutos para el final, Pirri igualaba el resultado de la ida, desde los 11 metros, para jugarse una prórroga donde el cántabro Santillana tenía la habilidad para controlar el balón con el pecho, hacer un sombrero y golpear de volea. La gesta estaba concluída.
El camino del conjunto blanco llegó hasta las semifinales donde la 'bestia negra' de los madridistas, el
Bayern de Múnich, se imponía con un equipo de ensueño con el que dominaba Europa y en el que Maier,
Beckenbauer, Rummenigge, Gerd Müller o Uli Hoeness se dedicaban a coleccionar 'orejonas' por afición.
2. Copa de Europa (19 de marzo de 1980), Real Madrid 3-0 Celtic (0-2)
El segundo capítulo se producía en cuartos de la Copa de Europa de 1980 con otro incómodo marcador traído desde tierras británicas. En aquella temporada estaba otro balcánico en los banquillos,
Vujadin Boskov y el reto de disputar la final en casa dado que la UEFA celebraba las bodas de plata de la Copa de Europa y había elegido el Bernabéu como sede de la final.
El equipo del Real Madrid estaba formado por: García Remón; Sabido, Benito, Pirri, Camacho, Del Bosque, Stielike, Ángel, Juanito, Santillana y Cunningham.
Otra vez Chamartín respondía en un día festivo y familiar dada la fecha. El cuadro merengue salió revolucionado con un Sabido que realizó varias entradas escalofriantes para amedrentrar a los jugadores del Celtic.
Aquel día el Real Madrid tardó en disparar a puerta, en cambio los 'bhoys' dispusieron de más ocasiones en los primeros instantes. Antes del descanso, un córner de Cunningham, con su habitual estilo con el exterior del pie derecho, generaba dudas en la defensa de los escoceses y Santillana aprovechaba para rematar desde el suelo.
Los siguientes 45 minutos cumplieron los cánones de las remontadas con el plantel madridista lanzado en tromba y encerrando al conjunto de Glasgow. Una pared de Juanito con
Cunningham, primer futbolista inglés en fichar por el Real Madrid, terminaba en la testa de Santillana quien con inteligencia amortiguaba el cuero hacia Stielike para empatar la eliminatoria.
El encuentro se abrió para ambos conjuntos, con los merengues permutando posiciones y apareciendo por oleadas hasta que un tsunami llamado Juanito cabeceaba a las mallas el tercero, el que volteaba el marcador. Ángel y demonio, un futbolista genial que empañó sus habilidades con su temperamento y agresividad.
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Brian Clough y Peter Taylor en la final de Madrid |
En semifinales, el Hamburgo de Kevin Keegan y Felix Magath echaban a los blancos con la misma medicina: un 2-0 en Chamartín fue respondido con rotundidad por un histórico y doloroso 5-1 de los teutones, quienes finalmente se quedaron rozando la 'orejona' para ser acariciada y besada por esa dupla mítica formada por
Brian Clough, Peter Taylor en el Nottinghan Forest, único club del mundo que tiene la curiosidad de haber ganado más torneos continentales que nacionales. (2 Copas de Europa y una Supercopa de Europa frente a una Liga inglesa).
3. Copa de la UEFA (12 de diciembre de 1984), Real Madrid 6-1 Anderlecht (0-3)
La competición de la UEFA era el segundo título europeo en importancia, por delante de la Recopa al que acudían los campeones de las Copas nacionales, aunque a veces por su calidad de los integrantes en el torneo se convertían en el título más duro de todos los disputados.
El por qué era sencillo. Para luchar por la Copa de Europa sólo había un representante por país, aquella campaña fue el brillante Athletic de
Javi Clemente, mientras que en la UEFA podían aparecer hasta cuatro clubes de Ligas como la española, alemana o italiana, conjuntos que generalmente habían crecido en calidad al fichar más estrellas por no haber sido vencedores en sus campeonatos ligueros el curso anterior.
En el torneo de la UEFA de 1984-85, cayeron en primera ronda el Atlético, Real Betis y Real Valladolid -se ganó el puesto europeo tras haber ganado la extinta Copa de la Liga-, dejando al Real Madrid como único representante español tras la primera criba que se convirtió en un calvario con el choque de dieciseisavos ante el
Rijeka (1-3, 3-0) en otra meritoria remontada que gozó de bastantes favores arbitrales y que dejo a los yugoslavos diezmados.
En octavos tocaba el Anderlecht. Los blancos tenían una buena mezcla de veteranía y juventud, comandada por una generación de jugadores surgidos de la cantera y denominados como la 'Quinta del Buitre' (Martín Vázquez, Míchel, Pardeza, Sanchís y Butragueño).
Los merengues saltaron al césped con: Miguel Ángel; San José, Sanchís, Gallego, Camacho; Míchel (Salguero, min. 55), Stielike, Lozano (Martín Vázquez, min. 71); Butragueño, Santillana y Valdano.
Los 'malvas de Bruselas' traían un cómodo 3-0 y una flamante estrella, de apenas 18 años, como
Enzo Scifo llevando la manija de los belgas quienes sufrieron desde el principio con una apabullante primera media hora local que redujo la ventaja (con goles de Sanchís, Butragueño y Valdano) y destrozó la defensa adelantada del Anderlecht.
El 3-1 de Frinmann pareció estropear la fiesta que se estaba viviendo en las gradas, pero de nuevo Valdano y Butragueño dejaban el partido finiquitado que acababa con la guinda de un 'hat-trick' del 'Buitre' en el último suspiro. En una de sus mágicas exhibiciones.
4. Copa de la UEFA (24 de abril de 1985), Real Madrid 3-0 Internazionale (0-2)
El Real Madrid caminaba con paso firme y triunfal por la UEFA, al Anderlecht siguió un correoso Tottenham de Glenn Hoddle y en semifinales esperaba uno de los 'cocos', el Inter de los Zenga, Bergomi, Altobelli, Brady y Rummenige.
Como era costumbre, los blancos sufrieron en el Guisseppe Meazza interpretando un papel de equipo encerrado que tan malos resultados ha dado históricamente a los blancos. Pero los merengues estaban tranquilos, a pesar de los dos goles había una extraordinaria confianza en dar la vuelta en Madrid a la eliminatoria y por ello Juanito dedicó a Bini, jugador interista, aquella frase mitad en español, mitad en italiano y totalmente chulesca:
“Noventa minuti en el Bernabéu son molto longo”.
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Escudo del Inter en los 80, conocido como 'Il Biscione'. Fuente DDF |
Los 90 minutos de Chamartín dieron la razón a Juan Gómez. El Real Madrid fue fiel al decálogo de acciones en una remontada. Aquella noche jugaron con: Miguel Angel, Chendo, Salguero (Fraile 24´), (Juanito 76´), Stielike, Camacho, Michel, San José, Gallego, Pineda, Santillana y Valdano.
Santillana subía el 1-0 antes del primer cuarto de hora fruto del empuje inicial de los blancos y elevaba el segundo al electrónico con un remate de cabeza, marca de la casa, en el momento clave del choque, en el 43'. Con la eliminatoria igualada, el Inter se lanzó al ataque y se abrió el duelo. Stielike salvaba bajo palos un gol cantado y acto seguido era Míchel el que certificaba la proeza con un fuerte chut.
Después de rondas igualadas y remontadas inverosímiles, el Real Madrid se enfrentaba en la final a un rival de menor entidad y deshabituado a las presiones. Los blancos vencieron con holgura en Hungría al
Videoton, 0-3, para tener una vuelta relajada y plácida en la que incluso perdieron por la mínima, 0-1. En aquella época el torneo de la UEFA se decidía a doble encuentro. Los madridistas estrenaban de este modo su palmarés en la competición y se alzaban con el
primer título.
5. Copa de la UEFA (11 de diciembre de 1985), Real Madrid 4-0 Borussia M'gladbach (1-5)
Athletic, Sporting, Osasuna y Real Madrid eran los representantes de la Liga entre los 64 conjuntos candidatos a conseguir la UEFA, sólo rojiblancos y merengues llegaron a octavos de final donde esperaban el Sporting de Portugal y el Borussia Mönchengladbach.
La victoria de los vizcaínos en San Mamés no sirvió para pasar de ronda y los otros 'leones', los de Lisboa, se imponían con un contundente 3-0 en el José Alvalade.
El equipo blanco y vigente campeón de la competición vivió otra de sus habituales pájaras europeas en las que parecía un 'sparring' al que pagaran por encajar goles para después voltear el combate. En aquella ocasión, el correctivo fue todavía más duro. El partido se celebró en
Düsseldorf en lugar de Mönchengladbach ya que el
Rheinstadion disponía de mayor capacidad.
El frío, el campo helado y el gran juego del Gladbach se atragantaron al Real Madrid. Los alemanes estaban dirigidos por uno de sus grandes mitos del club teutón, Jupp Heynckes, y contaban con jugadores como Uwe Rahn o Hans-Jörg Criens que aquella noche pasaron como un tren de mercancías sobre el conjunto madridista.
Para añadir épica, Molowny no podía contar para el duelo de vuelta con varios de sus hombres claves como Hugo Sánchez, Chendo y Gordillo, a ellos se añadía la lesión a última hora de Sanchís. Los elegidos para aquella noche fueron: Ochotorena; San José (Cholo 75'), Maceda, Salguero, Camacho; Míchel, Ricardo Gallego, Juanito (Martín Vázquez 90'); Valdano, Santillana y Butragueño.
El mismo guión que en anteriores ocasiones era interpretado en Chamartín. Valdano, en el 7' y en el 20', ponía el miedo en el cuerpo a los germanos que reculaban hasta parapetarse en su campo. El Madrid no se entretenía en las celebraciones y el balón no dejaba de moverse. Con la mitad del trabajo hecho, el tercero se hizo de rogar y apareció en una jugada de pizarra que acababa con una volea de Santillana, a los 76', antesala del cuarto, obra también del cántabro en el 89'.
El delirio llegaba a las gradas y al césped con imágenes históricas como la montaña humana sobre Santillana mientras otros jugadores corrían sin sentido gritando por el césped. El posterior cambio de Juanito y sus saltos hacia el túnel de vestuario cierran el álbum de recuerdos madridistas de aquella hazaña.
6. Copa de la UEFA (16 de abril de 1986), Real Madrid 5-1 Inter Milán (1-3)
Si los octavos de final habían sido duros, no menos fueron los cuartos ante el Neuchatel donde Juanito y Stielike revivieron sus antiguos desencuentros en el vestuario de Chamartín con un duelo frente a frente en busca de las semifinales.
El futbolista alemán había recalado en el conjunto suizo y la suerte caprichosa de los bombos quiso servir una dosis de ración de morbo a la historia. Ambos protagonizaron varios roces durante el partido que serían 'coronados' con un salivazo del malagueño a Stielike dejando definitivamente patente las diferencias que siempre existieron entre ambos jugadores. Juanito protagonizaba otro de sus enésimos capítulos como diablo, como jugador irascible e incontrolado capaz de lo peor. El Real vencía por un global de 3-2 a los helvéticos (3-0 y 0-2).
En semifinales tocaba reeditar el partido de la anterior campaña. El Inter se había impuesto en la ida, por 3-1, y la vuelta parecía complicarse con la lesión de Sanchís.
El Madrid jugó con: Agustín; Chendo, Camacho, Maceda, Sanchís, (Salguero 13´), Gordillo,
(Juanito 111´), Butragueño, Michel, Hugo Sánchez, Gallego y Santillana.
En esta ocasión, los
neroazzurri no cayeron en la trampa de los primeros minutos y supieron sostener las embestidas iniciales. Cuando los italianos se las prometían felices llegaba el psicológico tanto de Hugo Sánchez en el 44', desde los once metros y tras una discutible pena máxima sobre Míchel.
Gordillo adelantaba a los de Chamartín a los 63' y otorgaba momentáneamente el pasaporte a la final. Acto seguido era Brady el que anotaba para los interistas, de penalti y Hugo Sánchez, de nuevo, nivelaba la desventaja de la ida desde los once metros merced a una vertiginosa acción de Butragueño.
En la prórroga, Santillana permanecía fiel a su cita con el gol ante los interistas, su particular verdugo, anotando con un testarazo y más tarde culminando una contra que suponía la manita.
7. Copa de la UEFA (30 de abril de 1986), Real Madrid 5-1 Colonia (0-2)
La segunda final consecutiva de la UEFA se resolvió en Chamartín con otro inapelable 5-1 ante el Colonia. Un buen equipo en el que destacaban Schumacher, Pierre Littbarski y Klaus Alloffs como principales referentes. Los germanos se adelantaron en el marcador y después cayeron bajo el embrujo del "miedo escénico". Hugo Sánchez y Gordillo, en apenas cuatro minutos, recuperaban la ventaja para los blancos. En el segundo tiempo, un doblete de Valdano y otra postrimera diana de Santillana dejaban vía libre para el título.
El Colonia supo dar la réplica en la vuelta, en un semivacío Olímpico de Berlín, con un 2-0 que se quedaba corto y que daba el segundo título de la UEFA a los madridistas. Un bicampeonato que nadie ha alcanzado y un trofeo que no volvería a las vitrinas del Santiago Bernabéu.
El fin del miedo escénico
En muchas ocasiones ha recurrido el madridismo y el periodismo a invocar el 'espíritu de Juanito' y el ambiente de las grandes remontadas. Lo cierto es que el 'miedo escénico' ha desaparecido de Chamartín por un ambiente más sosegado y las grandes gestas han quedado en las hemerotecas y en la mente de los aficionados.
Durante las últimas décadas sólo el Estrella Roja, en cuartos de final de la Copa de Europa (1986-87) y el temido Bayern Múnich, 1988 y 2002, han sufrido una remontada que ni tenían la magia de estos partidos ochenteros ni la desventaja para convertirlas en gestas. Hazañas que todavía son recordadas cuando el Real Madrid sufre un revés en Europa y que forjaron parte de su leyenda en el continente.