Los Juegos Panamericanos
Los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que se disputaban desde 1926, fueron el punto de partida y la principal motivación para extender un evento similar a todo el continente americano. El inicio de la Segunda Guerra Mundial aplazó el estreno de la cita hasta 1951, año en el que se inauguraron los primeros Juegos Panamericanos en Buenos Aires.
Los Juegos Panamericanos, celebrados cada cuatro años, fueron creciendo en número de atletas y países participantes con el paso de los eventos. En la actualidad son 42 naciones las que entran en liza, duplicando los 21 que tomaron parte en Argentina en 1951, al igual que los deportes practicados, que han pasado de los 18 de Buenos Aires a los 46 de la XVI edición celebrada en Guadalajara 2011.
El fuego americano
Al ser una versión continental de los JJ.OO, se siguió en sus comienzos el ritual marcado por el COI e iluminado por la llama que se enciende en el templo de Hera (Olimpia) y que da el pistoletazo a la fiesta del deporte olímpico.
Posteriormente se optó por buscar un referente distinto, más acorde con la historia del continente y que condujo a la organización a buscar distintas alternativas como el Cerro de la Estrella (México), Brasilia o el acertado actual emplazamiento: la llamada ciudad de los dioses o Teotihuacan (México). Es decir, la fastuosa megalópolis que maravilló a los españoles a su llegada al Nuevo Mundo y en la que se practicaba el ancestral juego de pelota.
La calzada de los muertos de Teotihuacan, vista desde la pirámide de la Luna |
Celebración de los Juegos
El hecho de tener países situados tanto en el hemisferio norte como en el sur del planeta hace que las fechas varíen en función de la zona donde se vayan a celebrar los campeonatos. En Estados Unidos y Canadá se opta por julio y agosto mientras el otro país norteamericano, México, suele elegir el otoño o la primavera, siendo cerca de los equinoccios los momentos preferidos por la mayoría de las naciones anfitrionas.
Hasta el momento se han disputado 16 veces los juegos Panamericanos, todas ellas correspondientes a los juegos de verano por un intento de hacer una cita de deportes invernales que terminó siendo un fracaso. El lugar elegido para aquella probatura fue la provincia de Mendoza (Argentina) en 1990, primer intento y único de la organización.
Deportes practicados
La mayor crítica que han recibido los organizadores del comité es el hecho de no incluir en su programa deportes de gran arraigo en el continente, de procedencia precolombina, y con un enorme nexo cultural con la tierra como el lacrosse de Estados Unidos o el citado juego de pelota mesoamericano.
En su lugar, se han incluido en el listado deportes no recogidos por el COI, aunque sí reconocidos por la institución, como el rugby 7, beisbol, softball, pelota vasca, raquetbol (similar al squash) o el juego de los bolos, disciplinas que se entremezclaban con otras más tradicionales como el atletismo, gimnasia rítmica y artística, además de los habituales torneos por equipos de voleibol, balonmano, hockey, baloncesto o fútbol.
El fútbol en los Juegos Panamericanos
La pasión con la que se vive el fútbol en el continente, a excepción de algunas importantes potencias en el medallero como Estados Unidos, Cuba o Canadá, obligó a que el balompié fuera parte del programa desde la primera edición celebrada en Buenos Aires donde la albiceleste se colgó el oro, un gesto que extendió en las dos siguientes citas de los juegos. Gracias a aquellos triunfos, Argentina comanda la clasificación con 11 metales, seguidas por México y Brasil, indudables protagonistas en la edición de 1975.
Palmarés en fútbol de los Juegos Panamericanos (1951-2011):
Los Juegos Panamericanos de 1975
Ciudad de México asumía el papel de anfitriona para la VII cita de los Juegos Panamericanos repitiendo el papel ejercido en 1955. La capital azteca volvía a vestir sus mejores galas para un encuentro internacional, tras los JJ.OO de 1968 y el Mundial de 1970, y al igual que en la Copa del Mundo su candidatura llegó de rebote, en el último momento tras la imposibilidad de otras naciones para organizarlo.
En aquella ocasión fueron 33 los países que participaron en el mitín de 1975: Antillas Holandesas, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bermuda, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Colombia, Cuba, El Salvador, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Islas Vírgenes, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
El fútbol en el Panamericano de 1975
El torneo de fútbol tenía de partida a tres claros favoritos: México, Brasil y Argentina. Tres selecciones que dominaron con autoridad las dos fases de liguillas, de las que constaba el formato del torneo, con abultados marcadores que mostraban la potencia de sus combinados. Los anfitriones alcanzaron la final con 26 tantos a favor y 4 en contra mientras que la canarinha superaba a la albiceleste, en su lado del cuadro, por diferencia de goles, sólo habían cedido un gol por 32 anotados. México y Brasil iban a cerrar el certamen de los Juegos desde el césped.
La final de 1975
El 25 de octubre de 1975 el majestuoso Azteca, con una asistencia de casi 105.000 espectadores, servía de escenario para la lucha por el oro. La pugna por la última presea para engordar el medallero de ambas federaciones.
El Tricolor presentaba a una futura estrella en su plantilla en la figura de un jovencísimo Hugo Sánchez quien apenas contaba con 17 años pero que asumía galones de veterano y servía de asistente en el primer tanto local marcado por Héctor Tapia. La fiesta se instalaba en las gradas hasta que en los minutos finales el colegiado argentino decretaba un penalti a favor de la 'verdeamarela' que era ejecutado por Claudio Adao. El encuentro llegaba a una incierta prórroga. El Azteca había enmudecido por un instante.
Durante el tiempo extra los focos del estadio se apagaron, primero los del sector oeste y más tarde los del lado contrario, a lo que se sumaron varias invasiones de aficionados en un Azteca que empezaba a quedar en semipenumbra, con la única iluminación del pebetero. Ante esta situación, el colegiado argentino decretó el final del choque. Era el último día de los Juegos y no había margen para repetir el partido por lo que se decidió de manera salomónica considerar a ambos conjuntos como vencedores.
La FIFA intervino para que el encuentro se volviera a disputar. Ya era tarde, la 'verdeamarela' había regresado a casa y los Juegos Panamericanos habían vivido su jornada de clausura. México y Brasil se colgaban el oro.
Desde aquel otoño de 1975, el Azteca nunca ha vuelto a tener problemas con la iluminación, México no ha perdido nunca en una final con Brasil -de las cinco que ha disputado desde entonces- y ninguna selección ha vuelto a compartir un metal.
Agregado a la lista. Voy a incluirme como seguidor de google plus.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por el comentario, como se suele decir "estoy trabajando en ello".
ResponderEliminarVamos que borrón y cuenta nueva,
Recuerdos
De todos modos, los navegadores suelen hacer cosas de esas. Ayer era chorme y otro día será IE o Firefox.
EliminarMuchas gracias Álvaro.
ResponderEliminarEstaremos también nosotros atentos a tu blog.
un saludo
Os he incluido en el 'blogroll', así que será fácil seguir vuestras evoluciones.
EliminarImpresionante. Esto viene a ser como cuando da la hora jugando una pachanga, alguien dice lo de "quien marca gana" y naaaadie acierta.... Bueno, de todos modos, cada uno en su casa cuenta que ha sido el mejor...
ResponderEliminarCuando da la hora o cuando empieza a anochecer, que hace poco me pasó eso en Castellón. Estábamos jugando y terminamos en el momento que nadie era capaz de ver el balón.
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