La XLVIII edición del Super Bowl ha coronado a
Seattle Seahawks como campeón ante
Denver Broncos en un partido disputado entre dos franquicias que tienen gran rivalidad debido a los 25 años en los que ambas entidades compartieron lugar en la misma conferencia. Un duelo disputado en Nueva York, estrenándose la Gran Manzana como sede de una final de la NFL, y que ha terminado por dar el trofeo '
Vince Lombardi' por primera a la 'ciudad de la lluvia', tras arrasar a su rival con una humillante 43-8.
Los años de la AFC
La liga de fútbol americano (
NFL) se divide en dos conferencias: NFC (National Football Conference) y AFC (American Football Conference), cuyos campeones se citan en la
Super Bowl. Desde 1976 a 2002 tanto Denver como Seattle chocaron sus cascos en una cantidad importante de ocasiones -hasta 52 veces- dentro de la competición regular de la AFC. De este modo, surgió una gran animadversión que ni siquiera se apagó por el hecho de que durante casi una década, desde 2002, se enfrentaran sólo tres veces, motivado por la inclusión definitiva de Seattle dentro de la NFC.
Broncos vs Seahawks
El Metlife Stadium de New Jersey acogía la fiesta del fútbol americano con gran parte de las miradas sobre el veterano
Peyton Manning; antigua leyenda de los Indianapolis Colts, hermano del jugador Eli Manning -New York Giants- y candidato a coronarse con dos equipos distintos como campeón. Una corona que finalmente ha pasado a ser propiedad de Wilson, el novato aspirante.
El partido vivido por los Broncos tuvo todo tipo de desgraciados accidentes y errores encadenados como el cometido de partida que se convertía en un
safety para los del estado de Washington. Doce segundos tremendamente productivos que significaban los dos primeros puntos para los visitantes.
Seattle pudo incrementar la renta con un posible
touchdown que tras la revisión se desechaba. El conjunto verdiazul ejecutaba el
field goal desde 32 yardas para anotar otros tres puntos que estampaban el 5-0 en el electrónico. Un pequeño margen para una noche que se preveía agitada.
El
quaterback de Seattle, Russell Wilson, repartía con mayor criterio en sus
drives, máxime cuando una bombita suya caía mansamente en el flanco izquierdo del ataque de los Seahawks después de sobrevolar 40 yardas. Este segundo
field goal de Seattle tenía un sabor amargo tras haber rozado el
touchdown en una ofensiva que fue rota en el crítico momento.
Para mayor desgracia del conjunto de Colorado, el nefasto primer cuarto firmado desembocaba en una intercepción del rival como colofón. Una ventaja para su contrincante en el segundo capítulo del juego.
Los Seahawks volvían a la carga y Lynch tardaba poco en rascar por el centro con el premio grande: el del
touchdown que ahora sí, junto al punto adicional, ponían un marcador muy favorable para la 'ciudad esmeralda' con un contundente 15-0.
El despertar de Manning estaba por llegar o por pasar. A través de sus manos se debía decidir el futuro de Denver que se encontraba en una situación complicada, contra las cuerdas. Un estado que empeoraba cuando la defensa de Seattle hacía su trabajo y la presión concedía otro robo traducido en el segundo TD. La brecha de 22 puntos se antojaba insalvable.
El paréntesis musical ofrecido por Bruno Mars y los
Red Hot Chili Peppers, quienes casualmente brillaron en la década de los 90 a la vez que lo hacía la música
grunge nacida en Seattle, no cambiaba la partitura de la final. Incluso se agrandaba con un retorno vivo, zigzagueante que en 12 segundos subía la apuesta a un denigrante resultado con el 29-0.
En un capítulo de los Simpsons,
Hank Scorpio regalaba a Homer el equipo de los Denver Broncos, cumpliendo el sueño de Homer de poseer una franquicia de fútbol americano. A pesar de ello, Homer se sentía decepcionado por considerarlo un equipo malo. La 48ª edición de la Super Bowl estaba dando la razón al personaje creado por
Matt Groening.
Porque justo el instante en el que avanzaban los Broncos, otra pérdida de balón cedía la posesión a los halcones para volar hacia la zona de anotación anaranjada con otro
touchdown en una endiablada llegada de Kearse.
El diluvio provocado amainaba levemente en el instante que Manning localizaba a Thomas, en una gran recepción, que servía para maquillar el resultado, dado que la conversión de dos puntos salía favorable para sus intereses. Con 36-8 se cerraba el penúltimo cuarto.
Las pocas emociones que restaban en la Superbowl se evaporaban con un grácil movimiento de cintura de Baldwin en otro
touchdown de los 'halcones'. La mejor defensa superaba al mejor ataque de la Liga con el sonrojante 43-8 que devuelve a Seattle el honor de vencer profesionalmente en cualquiera de los deportes que se practican en Estados Unidos. Un lugar que no alcanzaba la ciudad desde que en 1979 los desparecidos
Supersonics triunfaran en la NBA.
