El Fútbol Club Barcelona se ha vinculado desde su fundación en 1899 con dos tonos: el grana y el azul. En un principio representado por dos mitades iguales que con el tiempo se transformó en un rayado vertical para recuperar el formato original en ciertos momentos, como en la celebración del centenario.
El blanco, común en casi todos los equipos de fútbol por su sencillez a la hora de confeccionarlo, tampoco fue ajeno a los culés, quienes hasta 1913 lo tuvieron en el pantalón, en una época donde lucirlo no tenía ningún significado negativo para sus seguidores.
La ventaja de vestir de azulgrana
La ventaja que tenía el Barça con respecto a otras instituciones es que era más complicado encontrarse con un contrincante que le obligara a cambiar de indumentaria por coincidencia de colores. Cuando tal circunstancia ocurría, se recurrió incluso al blanco. Una decisión que actualmente resultaría increíble e inaceptable por la masa social blaugrana. De hecho, la marca Kappa introdujo una franja blanca en las mangas durante su estreno en 1992 como patrocinador, provocando reprimendas por parte de los sectores más tradicionales.
Antes de que la rivalidad con el Real Madrid se hiciera más intensa, el Barcelona portó una camiseta blanca durante algunos partidos. En los que coincidía con su rival con una tonalidad similar. Situación que no era muy habitual en la Liga y que se producía cuando el Barça viajaba a Pontevedra o en los duelos contra el Levante. Incluso jugando en su antiguo estadio, en Les Corts, en un partido en la temporada 1946-47 donde posaron de esta manera contra el cuadro levantinista.
Europa también fue testigo de contemplar a un Barcelona que pasó del azulgrana al blanco. En especial en la desaparecida Copa de Ferias, como ya lo habían hecho en la extinta Copa Latina en 1952.
Los primeros títulos llegan de la mano de la Copa de Ferias
La Copa de Ferias fue una curiosa competición que se celebró en el viejo continente a partir de 1955, dos semanas después de que naciera la Copa de Europa, entre ciudades que albergaran una Feria de rango internacional (Basilea, Barcelona, Birmingham, Copenhague, Estocolmo, Fráncfort, Milán, Lausana, Leipzig, Londres, Viena y Zagreb). Los partidos tenían que coincidir con fechas en las que se celebraran dichas ferias, de ahí que muchos encuentros nunca se jugaran y que las primeras ediciones se eternizaran.
No era necesario que los equipos participantes hubieran sido vencedores de sus respectivas Ligas. El Barcelona, que quedó campeón en las dos primeras ediciones (1958 y 1960), fue el único representante de España, dado que el RCD Español rehusó alinearse junto a los culés para formar una selección representante de la Ciudad Condal.
A pesar de la distancia de dos años entre una cita y otra, 1958 y 1960, se trataron de eventos consecutivos que presa del caprichoso calendario hicieron que la disputa de la Copa se alargara, restando una importancia que ya carecía en algunos países como Francia, más pendiente de que el reciente formato de Copa de Europa lanzado por L'Equipe y el Real Madrid tuviera éxito.
La primera Copa de Ferias celebrada derivó en un maratoniano torneo que abarcó tres años de duración por problemas para localizar fechas libres. Los equipos eran integrados por un club -casos del Barcelona, Lausana, Inter o Birmingham City- o de combinados de equipos que representaban a la ciudad, primero se enfrentaban en una liguilla previa que después daba paso a los cruces de semifinales.
De hecho, el rival del Barcelona en la final fue la selección de Londres -formada por jugadores de los distintos equipos que salpican la capital inglesa: Arsenal, Brentford, Charlton Athletic, Chelsea, Crystal Palace, Fulham, Leyton Orient, Millwall, Queens Park Rangers, Tottenham Hotspur y West Ham United-.
Sólo Ramallets y el utilero portaban el escudo del Barcelona. Foto pertenenciente a la web: Europa en juego |
El Barça se adjudicó el título tras un contundente 6-0 en el Camp Nou. Era el primer hito europeo de los culés en su nuevo estadio y la despedida de un icono como Estanislao Basora. Aunque conseguirlo con el escudo de la ciudad cosido en el pecho, sin los colores habituales -se utilizaron el blanco y pantalón azul (frente al Copenhague el día de Navidad de 1955 o en semifinales ante el Birmingham City en 1957) o el azul y el pantalón blanco, colores de la Federación de Cataluña-, han restado importancia a este galardón, e incluso hay estadistas e historiadores que no lo incluyen en el palmarés del Barcelona, aunque los once futbolistas que saltaron al campo pertenecían a la entidad azulgrana.
La UEFA no se aclara con la Copa de Ferias
La propia UEFA arroja más sombras que luces sobre la relevancia de la Copa de Ferias. El organismo internacional considera que el torneo que nació en 1955 y que acabó en 1971 es la precursora de la Copa de la UEFA (1971-2009) y por lo tanto el germen de la actual Europa League (2009-actualidad).
Por otro lado, no contabilizan los resultados de la Copa de Ferias a nivel estadístico ni dentro del palmarés global. Haciendo de menos a este segundo torneo continental, argumentando que no fueron organizadas por el estamento de la UEFA, aunque recibieran su apadrinamiento e incluso uno de sus vicepresidentes, Ernst B. Thommen, estuviera en el comité del trofeo.
El Barça, dominador de la Copa de Ferias
El prestigio del galardón fue creciendo con el paso de las temporadas. Ya no se trataba de un torneo entre ciudades que acogieran una Feria de muestras sino de un campeonato continental que caminaba a la par de la prestigiosa Copa de Europa, donde también el Barça disputó otro partido de blanco, en 1959 contra el Milan en el estreno culé en el trofeo de la 'orejona' con un Luis Suárez estelar y un Ramallets colosal.
El Barcelona se presentó otra vez en la final de la Copa de Ferias en 1960. El rival volvió a ser el Birmingham City en una eliminatoria a doble partido resuelta en el Camp Nou por un contundente 4-1, tras el empate registrado en St Andrew's. Después de estos dos entorchados encadenados, llegó el tercero en 1966 ante el Real Zaragoza. Una temporada donde el blanco asomó de nuevo, contra el Hannover -octavos de final-.
En 1971, a la finalización de la historia de la competición, el Leeds de Don Revie y Barcelona eran los clubes con más Copas de Feria, aunque también se encontraba el Valencia con otro par de Copas. En el caso de los catalanes exhibían tres -aunque una de ellas bajo el emblema de la ciudad- y los ingleses tenían dos, siendo el Barcelona el primero en alzarse con ella y el Leeds el último, motivo por el que se organizó un encuentro entre ambos.
La final de las finales se jugó en el Camp Nou el 22 de septiembre de 1971 con triunfo de los azulgranas por 2-1, quienes lucieron sus colores habituales y el escudo barcelonista. Esta victoria hizo que el trofeo pasara a las vitrinas del club de manera perpetua, en propiedad, dado que la UEFA tomaba la riendas del torneo renombrándolo como Copa de la UEFA.
El Barcelona no abandona el blanco en la década de los 70
El Barcelona usó el blanco durante la eliminatoria contra el Inter en 1970 de Copa de Ferias. Un partido donde la densa niebla en Milán impidió disputarse el resto del encuentro. Motivo por el que la cita entre ambos se trasladó una semana, con triunfo final de los interistas ante un Barça blanquecino.
Dos temporadas después fue el Steaua, el cual lleva el azulgrana tanto en su escudo como elástica, los que se cruzaron en el camino de los culés en la desaparecida Recopa de 1971-72. Otra vez de blanco y de nuevo cayendo en octavos en Europa.
Crónica del partido publica por Mundo Deportivo el 4 de noviembre de 1971 |
Otro equipo azulgrana de la Europa del Este fue el siguiente club que forzó a sacar el blanco del armario en el curso 1975-76. El C.F. Barcelona, como se le conocía por aquel entonces, perdió de nuevo con el color blanco, aunque en esta ocasión logró salvar la eliminatoria, que volvían a ser unos octavos de final, de Copa de la UEFA ante el Vasas de Budapest.
Los últimos encuentros de blanco en el siglo XX
Inglaterra fue el escenario donde el Barcelona disputase sus dos últimos partidos de blanco. Un detalle, que como he explicado, no tuvo la trascendencia que tendría ahora si el equipo saltara con dicho color en uno de sus compromisos europeos
El primero, contra el Aston Villa en 1978, en cuartos de final de la Copa de la UEFA. Un partido recordado por la ovación cerrada del público británico a la salida de un lesionado Johan Cruyff, con el dorsal 9 a la espalda, que apuraba sus días como azulgranas. Dicha camiseta fue subastada recientemente por una importante cantidad de dinero.
El Barça utilizó el blanco por última vez con motivo del duelo de cuartos de final de la Recopa de Europa contra el Ipswich Town. Un encuentro donde fueron doblegados por 2-1 en Portman Road. Un 7 de marzo de 1979 que ha pasado a la historia por ser la última ocasión en la que los azulganas cambiaron sus colores por el blanco.
El incremento de la rivalidad entre Real Madrid y Barcelona, junto con la confección de camisetas en cualquier tono, propiciaron que los culés abandonaran definitivamente el blanco, a pesar de las ventajas que tienen los tonos claros a la hora de jugar al fútbol.
Por esa razón, y desde el desembarco de Cruyff como entrenador, el Barcelona buscó un tono claro como el amarillo, naranja o verde en la segunda equipación, todo para ser visto en el campo y a la vez para no asemejarse al eterno rival, porque ¿alguien podría imaginar actualmente una camiseta del Barcelona en blanco?
Pues sí, contra todo pronóstico el Barcelona hizo público que para la temporada 2022-23 iba a tener una camiseta alternativa color claro. Un gris casi blanquecino que será completamente blanco para la campaña 2023-24.Especial Tercera Equipación ✨¿Cuál os ❤ más? pic.twitter.com/1GuZVVEJMT— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) August 31, 2022