Páginas

lunes, 21 de diciembre de 2015

Tregua de Navidad: Un cuento navideño con balón de fútbol

Sarajevo, Primera Guerra Mundial, Austria-Hungría,
El atentado perpetrado por un estudiante bosnio en junio de 1914 en Sarajevo contra el archiduque Francisco José I, heredero al trono de Austria-Hungría, y su esposa Sofía, precipitó el inicio de la I Guerra Mundial, cuyo trasfondo era principalmente económico y territorial, debido al choque de los imperios por acceder a las materias primas y poseer las mismas regiones.

La Gran Guerra, llamada de este modo por afectar a numerosos países y por desarrollarse en varios continentes, duró desde verano de 1914 hasta finales de 1918 con un balance total de diez millones de muertos y aproximadamente más de veinte millones de heridos.

Algunas de las batallas más duras ocurridas en la historia de la humanidad tuvieron lugar en este conflicto armado que iba descosiendo poco a poco a Europa: Somme, Verdún, Jutlandia, Ypres...

Los participantes iniciales de esta contienda eran por un lado Francia, Reino Unido y Rusia -a los que se sumaron Serbia, Bélgica, Japón...- enfrentadas a la denominada como Triple Alianza -Alemania, Austria-Hungría e Italia, el cual pasó a ser neutral con el estallido de la guerra y finalmente cambió de bando. A ellos se adhirieron, con el paso de los años, el imperio otomano y Bulgaria.

La tregua de Navidad
El invierno de 1914 fue el primero vivido bajo el peso de la guerra, todavía con la falsa promesa de que el conflicto iba a ser breve, una sensación que se había desvanecido a medida que la sangre y la nieve cubría el frente de ataque.

El 24 de diciembre, en Ypres (Bélgica), los soldados británicos habían recibido el aviso de sus Altos Mandos de no relajarse con el enemigo y vigilar sus movimientos porque se presuponía que realizarían una ofensiva para esa fecha o Año Nuevo.

Uno de los soldados escoceses, dedicado en aquella noche a realizar tales labores de vigilancia, fue el que dio la alerta sobre la extraña actitud de los alemanes, los cuales estaban iluminando sus posiciones, facilitando la situación de los mismos. Toda una temeridad en tiempos de guerra.


No solo eso, el silencio fue roto por el 'Noche de Paz', un villancico austriaco que tiene un significado universal y que fue replicado por el lado británico con su propia versión en inglés, cuando comprobaron que las luces que provenían del otro lado eran velas colocadas en los árboles, cortesía del Teniente alemán Zehmisch.

La mañana siguiente, el día de Navidad, la relajación se apoderó definitivamente cuando varios soldados alemanes adelantaron sus posiciones, no para atacar o disparar sino para ofrecer algunos de los árboles navideños. Tal gesto fue correspondido con intercambio de los escasos víveres que disponían: cigarrillos, alcohol, chocolate y viejas fotos se intercambiaban de manos.

La tregua ofrecida permitió enterrar a los fallecidos y disfrutar de unos momentos de descanso donde un balón de fútbol celosamente guardado por uno de los soldados en la trinchera fue el responsable de perpetuar el buen ambiente con un partido repleto de magia.

Era un encuentro casi sin reglas, con equipos interminables y porterías compuestas por cascos que hacían de improvisados palos y un firme que distaba mucho de ser llamado césped, poco importaba en aquel duelo que logró aparcar la guerra por un instante.

"Mi nombre es Tom Palmer y soy soldado escocés del Imperio Británico. Solo tengo una orden: matar alemanes. Y hoy, día de Navidad de 1914, he jugado al fútbol con ellos".

Tregua de Navidad, 1914, Bélgica, Ypres, Belgium, Daily Mirror,

Este partido no fue el único que se disputó en la Gran Guerra, aunque sí es uno de los que más referencias hay debido al gran número de cartas escritas por los soldados a sus familiares que todavía se conservan.

La tregua de la Navidad se repitió en distintos focos del frente, con mayor o menor intensidad, llegando a durar este momentáneo alto el fuego más allá de enero, casi hasta febrero en algunos casos. Un breve paréntesis de paz en una de las más crueles guerras.

Un siglo del partido de Navidad
Una cruz recuerda el punto exacto donde se produjo este peculiar partido de fútbol que según algunos historiadores terminó 3-2 a favor de los germanos, aunque el resultado es quizás lo menos importante de esta victoria de la cordura sobre la locura de la guerra.

En la cruz se lee la inscripción:
Tregua de Navidad, 1914, Bélgica, Ypres,
La tregua de Navidad de Khaki Chum
1999
85 años
No olvidar.


El máximo organismo del fútbol europeo, la UEFA, aprovechó la celebración el año pasado del centenario de este encuentro para rendir un homenaje póstumo a los participantes y al espíritu de fraternidad que se vivió.

La FIFA y la Premier League han proyectado en varias ocasiones construir un estadio sobre el mismo escenario, en el cual se celebra desde hace tres años un campeonato infantil con clubes alemanes, belgas y franceses.

Michel Platini acudió el año en el que se cumplía el centenario para inaugurar un monumento en esta zona rústica de Bélgica donde una escultura de un balón sobre un pedestal rememora este hecho histórico.

La tregua de Navidad se hace eterna con el cine y la música
El cine reflejó la 'Tregua de Navidad' con el film 'Joyeux Noël', largometraje francés de 2005 que fue incluso nominada al Oscar y al Globo de Oro como mejor película de habla no inglesa.

Mientras que en la música Paul McCartney recreó la trama en el videoclip Pipes Of Peace. Otros músicos procedentes de Liverpool, The Farm, hicieron que su single de 1990 All Together Now, con letra basada en este histórico acontecimiento, se volviera en su éxito más popular y en uno de los cánticos incluidos como tema oficial de la Euro 2004 y el Mundial 2006.

En 2014 el tema fue reinterpretado con coros formados por niños alemanes e ingleses, procedentes de la Premier y de la Bundesliga, para recordar este suceso que, a tenor de las últimas investigaciones fruto de una carta enviada por Willie Loasby, podría haber sido acordado y no haber surgido de forma tan espontánea, aunque eso no quita para que siga siendo un bonito cuento de Navidad con un balón de fútbol como protagonista.

¡Feliz Navidad!

viernes, 4 de diciembre de 2015

Rock y fútbol: Las pasiones futbolísticas de los músicos

El rock y el fútbol son dos tipos de entretenimientos que mueven grandes masas de público y que no solo coinciden cuando comparten un mismo espacio, como las veces que se usa un estadio como recinto, sino también cuando algún deportista declara su pasión por algún grupo o cuando algún músico muestra su amor por unos colores.

Terry Butcher, David De Gea, Slaven Bilic, Daniel Agger, Germán Burgos, Tomáš Rosický o Petr Cech son algunos de los jugadores con gustos rockeros, también palpable era la devoción del alcalaíno Manolo Alfaro, el cual mostraba una camiseta de AC/DC cuando marcaba para el Hércules o el argentino Dario Dubois, quien salía con la cara pintada al césped como un cantante de black metal.

Reconocer ciertos amores futbolísticos es complicado porque puede hacer perder seguidores, por eso no siempre es fácil mostrar públicamente los gustos. Estos son los 'valientes' que se enfundaron la camiseta de su querido club.

Rock, gol, fútbol, guitarra,
El bajista de la banda inglesa de heavy metal jugó en las divisiones inferiores del conjunto londinense. Los colores granates y celestes de los 'hammers' son habituales en la indumentaria de Harris, así como distintos homenajes en cada disco, en especial el álbum 'Virtual XI', donde aparecían entremezclados los componentes del grupo en una foto junto a la plantilla del equipo o en la portada del 'Somewhere In Time', en la cual el West Ham United se imponía al Arsenal en una imaginada goleada futura ante uno de sus rivales en la capital.

    Elton John además de ser aficionado del modesto Watford inglés, se convirtió en presidente de la institución, logrando que pasaran de disputar la cuarta división a ser equipo de Primera y plantarse en una final de F.A. Cup. En su honor, uno de los graderíos del estadio Vicarage Road lleva su nombre.
    Al igual que Iron Maiden, los Sabbath son otro de los referentes de la historia del heavy metal. El histórico grupo surgido en Birmingham tiene a Ozzy Osbourne como uno de sus miembros más distinguidos y al ex bajista Geezer Butler, también natural de Birmingham, como dos de los más reconocidos seguidores de los 'villanos'.

    •  AC/DC, entre Newcastle y Rangers
    El combo australiano tiene disparidad en cuanto a gustos futbolísticos. Por un lado, Brian Johnson, que reemplazó al difunto Bon Scott al micrófono, profesa su admiración por el Newcastle, mientras que los hermanos Young, Angus y Malcom, se decantan por su ascendencia y escocesa y de ahí su nexo con el Rangers de Glasgow.

    El líder de la formación de hard rock The Cult reconoció en una entrevista su simpatía por los 'toffees', aunque especificó que no es un gran fanático ni al Everton ni al fútbol.

    •  The Beatles y el fútbol
    De todos los miembros de los Beatles, Paul fue el único que mostró más claramente su inclinación hacia los tonos azules que a los rojos dentro de esa amistosa rivalidad que divide la ciudad de Liverpool.

    WBA, West Bromwich Albion,Si bien, John Lennon hizo que un dibujo suyo hecho con once años sobre el único gol de la final de F.A. Cup entre Newcastle y Arsenal de 1952 se convirtiera en parte de la portada del 'Wall And Bridges' (1974).

    El guitarrista y cantautor inglés con pasado en formaciones como Yardbirds y Cream apareció en la contraportada de 'Backless' con una bufanda del WBA.

    Wolverhampton, Wolves,Otro mito eterno del rock, como Robert Plant, voz de Led Zeppelin es hincha del Wolverhampton, uno de los acérrimos rivales del West Bromwich Albion.

    • Deep Purple, entre QPR y Arsenal
    Hablando de leyendas del metal, hay que mencionar a Deep Purple y a dos de sus grandes pilares, Roger Glover e Ian Gillan, quienes difieren sus funciones en la banda y en sus clubes de fútbol, siendo Arsenal y QPR sus respectivos amores.

    • Who, Pink Floyd y Rolling Stones, unidos por los cañones del Arsenal
    Roger Daltrey, de los Who, junto a David Gilmour -Pink Floyd- y Roger Waters, antiguo componente de los Pink Floyd, comparten, además de un lugar en el Olimpo del rock, los colores rojiblancos del Arsenal. A ellos se suma otra leyenda de la música como Mick Jagger, habitual en el Emirates cuando las giras interminables de los Rolling Stones se lo permite.

    El fútbol para Pink Floyd ocupa un lugar tan importante como para Iron Maiden y es que ambas formaciones coinciden en su fervor por el balón y el placer de disputar partidos durante sus respectivas giras.

    •  Pete Doherty, QPR
    El 'enfant terrible' de la música británica tiene entre otras adicciones la de la equipación blanquiazul del QPR londinense. El fundador del combo indie The Libertines incluso llegó a dedicar un tema al delantero Charlie Austin.

    • Def Leppard, en la cuna del fútbol
    El quinteto no tiene unanimidad a la hora de enfundarse la bufanda del equipo. Se debaten entre dos de los clubes de Sheffield, ciudad que vio nacer el fútbol: Sheffield Wednesday y Sheffield United

    El guitarrista Rick Savage jugó en las divisiones inferiores del United, a pesar de su predilección por el Wednesday. Mientras que el cantante Joe Elliot es seguidor del United.

    En el único apartado donde los hermanos Gallagher, Liam y Noel, no se peleaban era a la hora de defender los colores celestes del Manchester City. El proyecto musical de ambos, Oasis, tuvo el privilegio de tocar en los mejores escenarios del planeta, incluyendo dos de los estadios que sirvieron de casa para los 'citizens', tanto Maine Road como el City of Manchester Stadium, actualmente conocido como Etihad.

    • Damon Albarn (Blur)
     La batalla por llegar a la cima del brit-pop siempre estuvo comandada por Oasis y Blur, liderado por Damon Albarn, quien también difería de los hermanos Gallagher sobre los gustos futbolísticos. Albarn, que además de líder de Blur fue uno de los precursores de la banda virtual Gorillaz, es un acérrimo hincha del Chelsea.
    El cantante Rod Stewart es el principal abanderado del Celtic, pero no el único. Al compositor británico se le unen dos de las bandas más famosas de Glasgow, Gun y Simple Minds, en este triángulo de fans rockeros de los 'bhoys'.

    Las raíces irlandesas del Celtic hace pensar que Bono, de U2, esté también en la lista de aficionados de honor verdiblancos.

    Pocos países en el mundo tienen la pasión por el fútbol que posee Brasil. Por ello, su mayor exponente dentro la música más extrema, Sepultura, no era de extrañar que tuvieran guiños con el deporte.  De hecho, una pequeña parte del merchandising del grupo de metal era amarillo y verde, en vez del habitual negro, a imagen y semejanza de la camiseta de la selección de fútbol.

    Además, los dos hermanos Cavalera, Igor y Max, son 'torcedores' del equipo más verde de Sao Paulo, el Palmeiras. Una devoción que ha terminado contagiado al estadounidense Mike Patton, cantante de Faith No More.

    Pero no todos los miembros de Sepultura han sido incondicionales de Palmeiras, Paulo Jr sigue a Atlético Mineiro y Andreas Kisser es hincha de Sao Paulo.

    • St. Pauli es sinónimo de rock
    St. Pauli, Hamburgo, Sankt Pauli, La idiosincrasia del St Pauli, con su ideología antirracista y progresista, ha despertado muchas simpatías en el rock, con el que guarda muchos vínculos, empezando por la música que suena en el estadio -Hells Bells de AC/DC cuando saltan al campo o Song 2 de Blur cuando anotan- y terminando por la nómina de bandas relacionadas directa o indirectamente con la entidad hamburguesa.

    Los noruegos Turbonegro variaron su célebre I Got Erection para usarlo como himno oficioso del St. Pauli, mientras que los reyes del punk, Bad Religion, nunca ocultaron su debilidad por el conjunto marrón. Una sensación compartida por los alemanes Guano Apes, cuya cantante suele lucir la calavera que los identifica, y también por Die Ärzte o Helloween, naturales de Hamburgo y en cuya última gira lucía una bandera pirata rumbo a los camerinos.

    Otro gran enamorado del St. Pauli es el 'frontman' Andrew Eldritch, quien en muchos de los tours de Sisters Of Mercy exhibió algunos de los símbolos relacionados con el equipo del barrio rojo.

    •  Wayne Hussey, Sisters Of Mercy & The Mission
    Andrew no era el único miembro del grupo gótico Sisters Of Mercy entusiasta del balón. Wayne Hussey, guitarrista con los Sisters y más tarde fundador -y cantante- de The Mission llegó a dedicar al Liverpool el tema Draped In Red tras la sufrida consecución de la Champions en 2005 ante el Milan. 

    •  Die Toten Hosen y Fortuna Düsseldorf
    Die Toten Hosen, Fortuna Dusseldorf,Es una de las relaciones más íntimas que se pueden encontrar entre un grupo musical y un club de fútbol. Los 'Hosen' son una de las bandas de punk más famosas y exitosas en Alemania. Su vínculo con el Fortuna es tan estrecho que llegaron a esponsorizar al equipo cuando sufrió una de sus múltiples bancarrotas.

    Campino, cantante y uno de los ideólogos del combo, tampoco esconde sus fobias futbolísticas, las cuales quedan demostradas a través de la canción Bayern, dedicada al conjunto bávaro o sus filias, como en el vídeo Tage Wie Diese, el cual se canta en las gradas de Düsseldorf.

    Si hubiera que situar un podio con los tres músicos más apegados a un balón, no habría duda de que uno de los tres puestos estaría ocupado por Bob Marley. La imagen del jamaicano golpeando un esférico eran tan habitual en su vida como las rastas que siempre lo acompañaron en su pelo. De hecho, un pisotón durante un partido fue el inicio del precipitado fin del mayor icono que ha tenido nunca el reggae.

    • Tarja Turunen
    El idilio de la soprano finlandesa, excantante del grupo de metal sinfónico Nightwish, con San Lorenzo de Almagro sorprende por la lejanía de Karelia, ciudad natal de Tarja, con Buenos Aires pero se explica por la relación amorosa de la escandinava con el argentino Marcelo Cabuli, el cual le propagó su amor por el ciclón de Boedo.
    • El panorama en la música en español
    Al igual que la mayor parte de la población, Barcelona y Real Madrid copan los gustos de la mayoría de músicos españoles. Manolo Escobar, David Bisbal, Joan Manuel Serrat, Lluis Llach, Josep Carreras, Estopa... son barcelonistas; mientras que Plácido Domingo, Alejandro Sanz, José Mercé, Julio Iglesias... son madridistas, al igual que el argentino Andrés Calamaro, quien tiene un cariño por los merengues y un amor más fuerte por Independiente.

    Joaquín Sabina, Rosendo Mercado, Robe Iniesta (Extremoduro) son algunos de los colchoneros confesos, mientras que Platero y Tú, Negu Gorriak y la mayor parte del denominado rock radical vasco son hinchas del Athletic.

    Otros dos grandes grupos de rock de habla hispana, como Ska-P, Los Suaves y Reincidentes, proclaman sus amores por Rayo, Deportivo de La Coruña y Real Betis, respectivamente, rompiendo esta supremacía que poseen los cuatro grandes de la Liga.

    Real Madrid: Julio Iglesias, José Mercé, Plácido Domingo, Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Sergio Dalma.

    Barcelona: David Bisbal, Josep Carreras, Joan Manuel Serrat, Lluis Llach, Estopa, Love Of Lesbian, Los Planetas y el fallecido Pau Donés (Jarabe de Palo).

    Atlético de Madrid: Joaquín Sabina, Leiva, Dani Martín (El Canto del Loco), Rosendo, Carlos Jean, Alaska, Antonio Carmona y Robe Iniesta (Extremoduro).

    Betis: Reincidentes, Alejandro Sanz (que también se declaró simpatizante del Real Madrid), Beret, José Manuel Soto.

    Sevilla: Silvio Fernández, El Arrebato y el Sevilla (Mojinos Escozíos)

    Málaga: Pablo Alborán, Pablo López.

    Deportivo: Los Suaves (Yosi).

    Rayo Vallecano: Ska-P

    Athletic: Platero y Tú (Fito), Negu Gorriak-Kortatu (Fermín Muguruza)

    Real Sociedad: Mikel Erentxun (Duncan Dhu), La Oreja de Van Gogh).

    Celta: Siniestro Total, los Piratas.

    Real Zaragoza: Kase.O (Violadores del Verso)
       
    Aunque nunca se ha catalogado a Freddie Mercury como excesivamente futbolero, así como Brian May se sabe que tiene un equipo amateur, Mercury escribió el considerado por muchos como el himno entre los himnos del deporte rey, el que une a la afición con la plantilla en la celebración.

    Champions League, Liga de Campeones,We Are The Champions fue publicado en 1977 para el álbum 'News Of The World', para sorpresa de muchos, que lo veían como una reivindicación sexual, se baraja la posibilidad de que Mercury sí hubiera compuesto el tema pensando en el fútbol, es más, estaría dirigido al Manchester United.

    Desde 2002, en el triunfo del Real Madrid sobre el Bayer Leverkusen en la Liga de Campeones, se viene incluyendo este tema de Queen como banda sonora para el equipo que levanta la 'orejona'. Es una canción que ha terminado siendo utilizado por muchos clubes, e incluso por la FIFA en el Mundial de 1994, como sinónimo de victoria y como el mejor ejemplo de unión entre el rock y el fútbol.