Real Sociedad, Real Madrid y Atlético mantenían un bonito duelo por el campeonato en la temporada 1980-81. A dos jornadas del final, el triunfo blanco en el derbi dejaba a los colchoneros fuera de combate y a los madridistas como la única amenaza donostiarra para alcanzar el título.
La Real Sociedad afrontaba la última jornada con 44 puntos y una incómoda visita al Molinón, mientras que el Real Madrid viajaba con 43 puntos a Valladolid, un rival que tradicionalmente se le da bien a los merengues como visitante. Para lograr el campeonato español, el cual sumaba por aquel entonces dos puntos por triunfo, el Real Madrid necesitaba ganar y que la Real perdiera, dado que el empate a puntos beneficiaba a los vascos.
Los blancos no empezaron bien su partido ante los pucelanos en el viejo Zorrilla aquel 26 de abril de 1981. Un gol anulado al Real Valladolid suponía el primer susto blanco de una tarde dominical que estaría repleta de sobresaltos. Mientras, la Real Sociedad, que disputaba su encuentro a la vez, a las 17:30 horas, se adelantaba en el Molinón tras un claro penalti a López Ufarte de Maceda, posteriormente jugador del Real Madrid, anotado por Kortabarría, famoso también por ser uno de los jugadores que portara la ikurriña -todavía prohibida-, junto a Iribar, en el césped de Atotxa en el célebre derbi vasco de 1976.
Sporting - Real Sociedad, en la última jornada de la Liga en 1981. |
La tensión y los nervios eran palpables. Por ello, el colegiado Pes Pérez había pedido en la primera mitad que la megafonía del estadio vallisoletano no volviera a informar de los resultados que venían desde Asturias para así no inquietar más tanto a los aficionados como futbolistas.
Dos goles al unísono y justo antes del descanso, Mesa en Gijón bajo un césped encharcado y Santillana en Valladolid aprovechando una indecisión blanquivioleta, devolvían la emoción al desenlace del campeonato, que todavía estaba en manos guipuzcoanas por tener un mejor goalaverage en los duelos particulares -3-1 había ganado la Real en San Sebastián frente al 1-0 del Real Madrid en Chamartín-. Con los resultados vividos en ambos campos, la primera parte terminaba con el título momentáneo a favor de la Real Sociedad.
Alineación Real Madrid esa jornada: Agustín; Camacho, García Navajas, Sabido, García Cortés; García Hernández, Stielike, Del Bosque, Isidro; Santillana, Juanito (Cambios: Miguel Ángel, Pineda) Entrenador: Boskov.
Alineación Real Sociedad esa jornada: Arconada; Olaizola, Górriz, Kortabarría, Celazeta; Zamora, Perico Alonso; Diego, López Ufarte; Satrústegui, Idígoras (Cambios: Larrañaga, Bakero) Entrenador: Ormaetxea.
Las segundas mitades arrancaron con mucho ritmo. Otro gol de Mesa en el minuto 46' cambiaba la alegría de ciudad y de estadio. El tanto del Sporting, 2-1 en aquel momento, hacía al Real Madrid líder. El empate de Moré para el Real Valladolid ofrecía el enésimo cambio de guión de la tarde, que no el último, porque Santillana en el 72' y Stielike en el 84' echaban tierra de por medio y aseguraban un sufrido triunfo merengue en Valladolid. A la espera de que el resultado en El Molinón siguiera siendo el mismo para poder cantar el alirón.
En el minuto 89 se registraba un 1-3 del Real Madrid en Valladolid y el 2-1 del Sporting frente a la Real, justo la fórmula que hacía campeón a los blancos. Y eso es lo que creyó la plantilla del Real Madrid, porque las informaciones de aquel entonces, en una época sin móviles, con marcadores que eran cambiados manualmente y con menos intercomunicación, eran confusas pero hablaban de la victoria sportinguista, celebrada con énfasis por parte de la parroquia madridista, quienes incluso daban entrada al mítico portero Miguel Ángel en un cambio con sabor homenaje para que celebrara el supuesto título.
El resto del plantel vivía un éxtasis mayor. García Hernández se lanzaba al césped para ser abrazado por Sabido. Para complicar más la situación, alguien confundió a Juanito al mencionar un tercer tanto del Sporting, haciendo que '7' brincara de alegría y extendiera a sus compañeros la 'noticia', preparado para cumplir la promesa que de desplazarse de rodillas hasta el vestuario. El pitido final desató la locura entre los merengues, abrazados y disfrutando del alirón más corto en la historia del Real Madrid. Porque aquella edición 50ª de La Liga se marcharía definitivamente a San Sebastián, pocos segundos después.
Jugadores del Real Madrid abrazándose al pensar que eran campeones de Liga. |
Más emociones no se podían pedir a una tarde irrepetible de fútbol auténtico donde las falsas informaciones, hasta el mítico portero vasco Luis Miguel Arconada reconocería después que a le habían dicho que el Valladolid iba ganando todo el partido, fueron tan protagonistas como el gol de Zamora o la corta, pero efusiva celebración, de un Madrid que fue campeón por unos minutos de una edición legendaria. La Real Sociedad conseguía, de este alocado modo, su primera liga de la historia.