Hay productos que tienen una Denominación de Origen cuya calidad se ciñe a una zona geográfica. Pasa con los alimentos, con las bebidas y debería de pasar también con la música. El estilo 'power metal', derivado del 'heavy metal' pero mucho más rápido y melódico, tuvo su epicentro en Alemania con grupos como Helloween, considerados padres del movimiento y a Kai Hansen como padrino de este estilo, Gamma Ray o Blind Guardian. Tres ases. Tres reyes.
Blind Guardian fue fundado en 1984, aunque su actividad musical bajo el nombre que lo conocemos no arranca hasta 1988, contando con el cantante Hansi Kürsch y el guitarrista André Olbrich como cofundadores, siendo el también guitarrista Marcus Siepen el otro integrante con más años a su espalda en el grupo. En sus inicios coquetearon con el 'speed metal' y hasta con el 'thrash metal', con influencias de los primeros Metallica, pero con el tiempo los germanos labraron su propio estilo.
Blind Guardian se ha diferenciado del resto de grupos alemanes con la etiqueta del 'power metal' en tener un abanico más amplio en su discografía sobre una base más agresiva, derivando en las siguientes décadas en composiciones más sinfónicas y orquestales e incluso experimentales, teniendo también al folk como una fuente de la que beber musicalmente. Dado que en el apartado de las letras habría que acudir a J.R.R. Tolkien o Stephen King como absolutos referentes.
El universo de Tolkien ha sido uno de los recursos habituales de los germanos. Bardos, como se le conoce al grupo, magos, enanos, elfos y anillos pasean entre las letras de estos maestros del metal. Con once discos, y otras tantas hermosas portadas, llegaban a España para un tour en el que presentar su último trabajo: 'The God Machine' (2022).
Blind Guardian en el Live de la Plaza de Toros de Las Ventas, 27 de octubre de 2023
Inicialmente el concierto se iba a haber celebrado en la Sala la Riviera en la misma fecha. De un emplazamiento clásico a otro que lo fue y lo quiere seguir siendo en la música. Un poco como Blind Guardian. En este periplo por la Península, acompañan a los germanos una banda valenciana: Dawn Of Extinction.
Los de Sagunto mostraron buen hacer y muchos recursos instrumentales. No solo presentaron su discografía sino también varios estilos de metal, pasando de voces guturales a más melódicas, del death metal a temas de heavy metal que podría haber escrito Skid Row en los 90, como ese sentido Lost Paradise. Dawn Of Extinction ejerció de perfecto telonero para Blind Guardian.
Los de Krefeld se asomaban por el escenario de la Plaza de Toros con puntualidad germana y, bajo un telón formado por sombras de dragones y el propio logo del grupo, descargando un set tremendamente variado, alternando varias etapas y, por lo tanto, sonidos.
Imaginations From The Other Side fue la elegida para abrir, demostrando que Blind Guradian tiene una comunión especial con sus seguidores que se percibe en los coros. Como si existiera un libreto en manos del público o este estuviera expuesto en las pantallas: cada tema era cantado, cada acorde era tarareado, cada golpe en el bombo tenía un movimiento de cabeza al compás. Todo al unísono.
El combo teutón no se guardaba ningún truco de magia en su largo camino. Los mostraban como si fueran Gandalf y buscaran una ruta por mundos fantásticos y de elfos (Blood Of The Elves). La noche se cernía más sobre Madrid con Nightfall y se dejaba engatusar por preciosas melodías a las que solo faltaban juglares. Skalds And Shadows era una tregua tras The Script For My Requiem y Violent Shadows. Melodía tras la contundencia.
Hansi Kürsch no paraba de bromear sobre el histórico lugar en el que se encontraba mientras trataba de chapurrear palabras en castellano, como cualquier turista que ha caído en la Monumental con el objetivo de ver una corrida de toros.
La faena continuaba en el coso con su particular tendido a sus pies. Born in a Mourning Hall precedía a una versión más endurecida de Secrets Of The American Gods. Todo ello justo antes del momento siempre cumbre en un concierto de los Guardian. Una escena que todo amante de la música debe vivir. Porque The Bard's Song - In the Forest es una canción que en directo se convierte en una sesión grupal de karaoke. Hansi da pie con la primera estrofa y ya el resto entona este himno, trasladando al cuerpo y espíritu de sus seguidores al Poney Pisador, brindando todos con hidromiel mientras sus gargantas se fusionan en un único torrente de voz.
De la pausa al vértigo. De la balada folk a ese corte 'thrash' que es Majesty y que podría haber sido parte del 'Kill'em All' de Metallica. La primera ronda de temas concluía con el Traveler In Time. Muy apropiado en una jornada en la que se habían elegido temas de distintos años.
Los alemanes volvían con una sincera sonrisa y un tema extra de regalo, al igual que en Barcelona, por la entrega del público. En Madrid sonó The Quest for Tanelorn después de Sacred Worlds para luego recuperar el colofón habitual de toda la gira europea.
Lord Of The Rings, en el enésimo guiño a Tolkien que lamentablemente Peter Jackson declinó en su día para usarlo como BSO en su trilogía cinematográfica, formaba parte de un bloque final en el que Valhalla elevaba los espíritus al más allá y Mirror Mirror permitía una última mirada a esa Tierra Media en la que se había convertido por unas horas la Plaza de Las Ventas, sin toros ni tampoco elfos, pero con muchos bardos y una gran dosis de magia.
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