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lunes, 29 de enero de 2024

Blaze Bayley rememora con una gira su etapa en Iron Maiden

 Pocas bandas tienen la universal presencia de los británicos Iron Maiden. No solo en el plano musical, donde su influencia es legendaria, sino también fuera de los escenarios, siendo su imagen e iconografía sus señas de identidad para una legión de seguidores que llevan escuchando a la 'Doncella de Hierro' desde 1975.

Tres personas han llevado la voz cantante de los Maiden; Paul Di'Anno lo hizo desde 1978 y 1981; Bruce Dickinson tomó el relevo de Paul y sigue siendo en la actualidad el 'frontman' del grupo. Pero por espacio de seis años, desde 1993-99 un 'desconocido' Blaze Bayley, procedente del grupo Wolfsbane, tuvo la responsabilidad de sustituir a Dickinson, quien quería relanzar su carrera en solitario en esa década de los 90 y cuya situación en la banda no era tan idílica, más desmotivado y con tiranteces en su relación con Steve Harris, bajista y líder de la formación. 

Iron Maiden estaba en la cumbre en aquel momento.

Sustituir a un ídolo de masas no es fácil. Ejercer de cantante en el grupo cabecera del 'heavy metal' no iba a ser fácil. Relevar a una de las mejores voces del rock nunca fue fácil. Soportar la crítica de los tabloides ingleses y de algunos seguidores no iba a ser sencillo. 

Bayley aterrizaba en Iron Maiden tras haberse publicado 'Fear Of The Dark' (1992) con Dickinson. O lo que es lo mismo, tercer álbum que era número 1 en las listas del Reino Unido para la banda. Nunca un título de un disco parecía tan apropiado porque tras la luz podía venir una temida oscuridad.

 

La etapa de Bayley al frente de Maiden fue tremendamente profesional y sincera. Nunca quiso ser la estrella del grupo, porque no lo era; nunca quiso hacer a olvidar a Bruce, porque no podría. Trató de dejar su sello en la banda con su personal estilo de voz. Y así lo hizo, aunque no se libraría de las críticas ni de las sombras del pasado que llegaban hasta el futuro.

Dos fueron los discos en los que participó. 'The X Factor' (1995), con una de las portadas más oscuras del grupo, que también empapó de esa atmósfera al álbum, y 'Virtual XI' (1998), undécimo disco de Maiden, lo que sirvió para que Harris homenajeara su otra pasión: el fútbol, presente en la portada y en el libreto interior, donde parte del plantel del West Ham, club favorito del bajista, y una selección de importantes jugadores de aquel entonces, compartían espacio con los Maiden en un once atípico donde futbolistas internacionales como Stuart Pearce, Paul Gascoigne, Ian Wright, todos ellos ingleses, junto a Patrick Vieira (Francia), Marc Overmars (Países Bajos) y el 'Tino' Asprilla (Colombia) se codeaban con Blaze Bayley y el resto de los Maiden. 


Blaze Bayley + Absolva en la Sala Moby Dick, 28 de enero de 2024

El cantante británico llegaba a Madrid tras haber iniciado en Barcelona una gira europea con la que repasar su época con Iron Maiden, de la que se cumplen tres décadas, aderezado con algunos cortes de su carrera personal. Para este tour llegaba acompañado de sus compatriotas de Absolva. Formación de Mánchester que practican un heavy metal melódico.

Absolva dejó una gran imagen con su actuación. La pequeña pero coqueta Sala Moby Dick contaba con un lleno absoluto. Un mar de camisetas negras bañadas por las luces rojas del local.

Curiosamente, con el paso del tiempo, estos dos discos en los que participó Blaze aportando su voz han ido ganando incondicionales. Algunos de los temas han pasado del ostracismo a ser parte del repertorio habitual de los últimos conciertos de los Maiden, donde Bruce Dickinson las ha adaptado a su timbre.

A la hora pactada, Blaze subía al reducido escenario junto a los componentes de Absolva para iniciar ese repaso a sus seis años con los Maiden. Una etapa que merece un documental para reflejar este sueño incompleto de un cantante que pasó de jugar en segunda división a ser titular en la Champions, de cantar en salas pequeñas a ser cabeza de cartel en festivales en cualquier lugar del planeta. Del barro al estrellato para regresar al barro.

Blaze empezó con el mismo orden del 'X Factor'. Un disco que se está convirtiendo en una obra de culto y que tiene un sonido más oscuro y denso, pero que cuenta con introducciones muy acústicas y estribillos muy coreables. Lord Of The Flies, con letra basada en la novela 'El señor de las moscas', de William Golding, y Sign Of The Cross, inspirada en la obra de 'El nombre de la rosa', de Umberto Eco, evidenciaban el gran estado de la voz de Blaze, que no físico, y el buen papel de sus compañeros de viaje con el resto de instrumentos.

Entrada del 'X Factour' de 1995 firmada por Blaze Bayley

Judgement Of Heaven y Fortunes Of War cerraban la fase del 'X Factor'. Blaze aprovechó para intercalar un tema casi inédito de Maiden, como Virus, y canciones propias, donde brilló Warrior. Tras este interludio, el quinteto tocaba When Two Worlds Collide. Ya no había marcha atrás a este repaso musical. The Clansman se mostraba como lo que es: un himno. Un guiño al 'Braveheart' de Mel Gibson que sonaba perfecto y compacto. Desde Madrid a Escocia de la mano y la voz de Blaze Bayley.

Blaze habló sobre la Guerra de las Malvinas como preludio al Como Estais Amigos, escrito acerca de la sinrazón de la guerra y de este conflicto bélico entre Argentina y el Reino Unido de 1982.  

Man On The Edge y Futureal ponían la guinda a este honesto repaso y justa reivindicación de Blaze sobre su aportación al heavy metal y, en particular, a Iron Maiden. Una etapa que en su momento pasó con un tono gris, casi metalizado, y que poco a poco se ha ido poniendo el foco sobre ella, dejando al borde la oscuridad.