Hay artistas o grupos de música que han pasado a la historia por sus canciones o su influencia en otras bandas. Solo algunos elegidos añaden más motivos para ser recordados, para ser emulados. Judas Priest es uno de sus nombres.
Judas Priest, fundado en 1969 y cuyo nombre se debe a un tema de Bob Dylan, es uno de los grandes referentes del heavy-metal. A ellos debemos algunas de las canciones y riffs más característicos de este género musical. A ellos debemos que el cuero sea sinónimo de este género musical.
Rob Halford, cantante de la formación, es el primer artista que extendió la costumbre en el heavy-metal de vestirse con cuero negro sobre los escenarios. Una indumentaria que se adquiría en sex-shops y no en tiendas convencionales de ropa.
No es el único legado que le debemos a Halford, dado que en 1998 y durante una entrevista para la MTV confesaba su verdadera inclinación sexual. Una homosexualidad que había permanecido visible para su círculo cercano pero oculto para el resto del mundo, a la espera de encontrar el momento en el que "liberarse".
Uriah Heep + Saxon + Judas Priest en la Palacio de Vistalegre de Madrid, 17 de junio de 2024
Decía Santiago Segura en la película 'El Día de la Bestia', donde interpretaba a un fanático del heavy-metal, que "era satánico y de Carabanchel". Homenajeando al personaje de la cinta de Álex de la Iglesia, el madrileño distrito de Carabanchel, que siempre ha estado ligado al rock y que tiene como referente a Rosendo Mercado, se tiñó de negro merced a la legión de seguidores que no se querían perder este aquelarre musical perpetrado por tres leyendas del rock británico en su versión más dura.
Los londinenses Uriah Heep, cuya popularidad en los 70 era memorable, Saxon, abanderados de la célebre 'nueva ola del heavy metal británico' -etiqueta que comparten con Def Leppard y Iron Maiden-, y Judas Priest cerrando a esta 'Santísima Trinidad' del rock.
Uriah Heep saltaron al ruedo del Palacio de Vistalegre, también usada como Plaza de Toros, pronto y puntuales. El público todavía no había llegado a ocupar el coso taurino cuando tocaban los primeros acordes. Una faena redonda, a la que sorprendentemente acompañó un excelente sonido. Un mal endémico que padece la Plaza de Vistalegre y que sufrirían los otros dos espadas de la noche.
Con apenas ocho temas, desde Save Me Tonight a Easy Livin', mostraron el amplio abanico de estilos musicales dentro del rock, con un tono psicodélico y progresivo marca de la casa.
El objetivo de cualquier grupo telonero es el de abrir para la banda principal y 'calentar' a los seguidores. En definitiva, subir la temperatura. El termómetro de la Plaza de Toros se elevó a lo más alto con la descarga de Saxon. Académica, de heavy-metal añejo y con denominación de origen. Solo falló el sonido, unas veces el micro estaba bajas y otras reverberaba la acústica. Madrid estaba a sus pies y ellos empeñados en llevar a la ciudad a los infiernos a lomos de una moto.
Rob Halford posee una de las más admirables voces dentro del rock. Los tonos agudos de Halford son parte de la historia del 'heavy-metal' y a sus 72 años siguen en plena forma. Tan generoso quiso estar Vistalegre que a veces sus paredes devolvían esa voz, confundiendo y desluciendo el espectáculo, como si fuera una pelota lanzada contra la pared.
Pese a este contratiempo que tuvo Judas durante su descarga en Madrid, el grupo, y en especial su cantante, se lucieron. Apareció Rob Halford ataviado con una chaqueta plateada que alternaría con su mítica 'chupa' de cuero con tachuelas y una americana dorada. Como si de unos Juegos Olímpicos se tratara, Rob se iba colgando la plata y el oro, sucesivamente.
Judas tenía ganas de mostrar toda su artillería y disponía de poco tiempo para exhibirla. 18 temas correspondientes a 10 discos, alternando clásicos como Rob Halford alternaba su vestimenta. You've Got Another Thing Comin', Breaking The Law, que hasta tiene el privilegio de aparecer en un capítulo de los SImpsons, y Love Bites se entremezclaban con algunos de los tema del último trabajo 'Invincible Shield'. aunque en Madrid no asomara el maravilloso Crown Of Horns.
Sinner y Turbo Lover, eran las más celebradas y coreadas, mención aparte para Painkiller, un tema que está en cualquier listado de mejores temas de la historia del metal. Lo tiene todo y Rob lo da todo. al igual que el resto del grupo, y aunque Ian Hill permanezca en un segundo plano, como rechazando el protagonismo. Solo la maldita acústica de Carabanchel rompía algo la armonía.
El podio final estaba formado por Electric Eye, Hell Bent For Leather, incluyendo una motorizada aparición en el escenario sobre una flamante Harley-Davidson, y Living After Midnight, la cual anunciaba que iban a dar las doce campanadas después de haber vivido una maratoniana jornada de vieja escuela de rock, de la que se siguen dando clases magistrales aunque falte un relevo en las aulas.
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