He hablado en el 'podcast' de 'Butaca y Butacón', junto a Nicolás Garrido, sobre 'Amor A Quemarropa' ('True Romance', como título original), película de 1993 que contaba con la dirección de Tony Scott, hermano de Ridley Scott, y guion de Quentin Tarantino. Una gran carta de presentación. Casi nada.
GRAN REPARTO
Además del dúo Scott - Tarantino, si hay algo que resaltar es la exagerada nómina de importantes actores, entre los que hay cuatro con Oscar, y que está formada por: Christian Slater, Patricia Arquette, Dennis Hopper, Christopher Walken, Gary Oldman, James Gandolfini, Brad Pitt, Samuel L. Jackson, Chris Penn, Michael Rapaport, Tom Sizemore y Val Kilmer, quien es complicado de identificar con la versión doblada.
La película es una 'road movie' muy deudora del cine de los noventa, y también de la década anterior, donde las drogas, consumo y tráfico de estupefacientes, era uno de los recursos argumentales más habituales. Aquí se peca de ello, aunque los movimientos vivos de la cámara de Tony Scott y los originales diálogos de Tarantino ponen la firma de autor.
Tanto Scott como Tarantino juegan a expandir sus universos y los guiños y homenajes son constantes. Especialmente al cine oriental, como Sonny Chiba, quien después tendría su hueco en 'Kill Bill' haciendo de Hattori Hanzo.
Destacan muchos aspectos, empezando por la química entre Slater y Patricia Arquette, quien luce muy guapa durante todo el metraje, el duelo interpretativo a cargo de Christopher Walken y Dennis Hopper, además del descubrimiento de James Gandolfini para encarnar el rol de mafioso, etiqueta de la que nunca se desprendió.
BANDA SONORA
También es muy hija de su tiempo. Muy de final del siglo XX. Aerosmith todavía era uno de los reyes del rock en Estados Unidos y The Other Side es su contribución. Pero si había un estilo que estaba acumulando críticas positivas y ventas astronómicas de discos era el 'grunge', internacionalizado por las cuatro grandes bandas de Seattle: Alice In Chains, Nirvana, Pearl Jam y Soundgarden. De este último grupo suena Outshined.
Habituales en las BSO de los años 90 como Robert Palmer, Chris Isaak, cuya trayectoria musical no se entiende sin la figura del cineasta David Lynch, o Billy Idol, con ese alma punk presente en su estética, y quien nos deja el White Wedding.
Y si la película parece un laboratorio de pruebas por parte de Scott y Tarantino, la parte sinfónica no es menos y corre a cargo de Hans Zimmer, quien deja muy buenas melodías, aunque personalmente creo que no encajan en la ambientación de la película, y que parecen anticipar lo que después fue la BSO del Rey León.'Butaca y Butacón' es un programa cinematográfico de http://La-Fm.es que ha recibido el premio #ASECAN2021.
'Disparatado Treintañero' es el espacio cinematográfico de Nicolás G.M., tanto en su blog personal como en este podcast.
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